La incesante lluvia caída durante todo el día el pasado viernes impidió la celebración del festival taurino que se debía celebrar ayer en la plaza de toros de Muro enmarcado en el programa de fiestas en honor a Sant Francesc.

El ruedo presentaba a primera hora de ayer un estado totalmente anegado lo cual imposibilitaba llevar a cabo el evento debido a las dificultades y el grave riesgo que supondría para los espadas actuantes y, en especial, para la cuadra de caballos del rejoneador albaceteño Juan Manuel Munera.

En presencia del Presidente del festejo Antoni Serra y con el consenso de todos los representantes de los toreros anunciados, algunos allí presentes, así como la empresa organizadora del evento y el delegado gubernativo, a las doce del mediodía tras el segundo reconocimiento de las reses, se decidió por unanimidad la suspensión del festival taurino.

Un festival en el que, tras diez años de inactividad y casi 20 desde su último paseíllo vestido de luces, el diestro local José Barceló Campanilla tenía previsto el reencuentro con sus paisanos.

Ilusiones anegadas

"Tenía puestas todas las ilusiones para este día. Un día importante para mí para el que había llevado a cabo una preparación y unos entrenamientos físicos exhaustivos. La naturaleza, en esta ocasión, nos ha jugado una mala pasada. Hay que tomar las cosas como vienen. No queda más que resignación", explicó Campanilla pocos momentos antes de anunciar que, en principio, será el domingo 17 de abril la nueva fecha que se baraja para la celebración del festival.