Michael Douglas podría haber tenido una recaída del cáncer de boca que sufrió en 2010 y estaría en un momento crítico. Así lo aseguran distintos medios americanos, que incluso afirman que el intérprete se encontraría en estos momentos en su residencia de Bermudas para poner en orden sus últimas voluntades.

La enfermedad parecía mitigada después de someterse a un duro tratamiento de quimioterapia y radioterapia, pero según parte del entorno de la estrella cinematográfica el cáncer ha hecho su aparición de nuevo, extendiéndose por todo su cuerpo e impidiendo llevar a cabo ningún tratamiento efectivo.

El físico del actor se habría visto gravemente afectado, con una pérdida de más de veinte kilos y sin poder apenas valerse por sí mismo. Se confirmaría así el testimonio de una persona anónima que coincidió con el artista en un restaurante de Nueva York. "Apenas probó la comida, sufría escalofríos, a pesar de que estaba sentado cerca de la chimenea y ella (Catherine) lo tuvo que ayudar a levantarse de su silla porque estaba muy débil", comentó este testigo.

La última aparición pública del protagonista de Atracción fatal se remonta al pasado 24 de febrero, cuando recibió el César de honor. En aquel encuentro las cámaras captaron a un Douglas mucho más delgado y especialmente avejentado, imágenes que pusieron en alerta a muchos medios.