El carismático Palau March de Palma, con su vocación de museo y su inspiración renacentista, fue el escenario elegido para acoger la quinta edición isleña de Peccata Minuta, muestra gastronómica anual que organiza Chefsin, celebrada el pasado lunes por la noche. Una elección que se salió de los espacios elegidos en ediciones anteriores, entre los que se encontraban los mercados municipales palmesanos del Olivar y Santa Catarina, y logró reunir a los asistentes, unos cuatrocientos, en una despejada zona principal como es la terraza del palacio que se hizo construir en parte del antiguo solar de los Dominicos, rodeados de los cocineros participantes, con sus respectivos equipos, situados junto a la amplia logia. El público pudo también saborear el variado menú en la entrada del palacio, a cuyos lados, pero sin comida, se podían admirar los diversos espacios en donde se distribuyen diversas escenas del artístico belén Napolitano del XVIII. Platos y copas fueron vedados en la planta noble. La capilla, el mejor dormitorio de la casa y su famosa sala de música, decorada por el pintor Sert, atrajeron muchas miradas primerizas. Junto a la música enlatada que ambientó la animada velada gastronómica, a modo de sorpresa, se pudo ver y escuchar en vivo a Jaume Anglada.

En el apartado culinario, Marga Coll del Miceli de Selva preparó crema de cigalas mallorquinas y avellas; Joan Marc de Joan Marc Restaurant sirvió caldereta de sepia con guisantes y botifarró; Miquel Gelabert de Can March de Manacor realizó un canelón de pierna de lechona relleno de trinxat de patata con jugo de asado y dulce de albaricoques; Víctor García de La Fortaleza de Cap Rocat Hotel ofreció albahaca con fresas y yogur; Tomeu Martí del palmesano Arume condimentó un curry malayo de costilleja de cerdo negro; Patrik James del menorquín Pan y Vino de Sant Lluís se decantó por samosa de sobrasada menorquina, manzana y miel con puré de chivita y ensalada de apio bola con mostaza y Miquel Sánchez del Smoix de Ciutadella cocinó una albóndiga de garbanzos y bacalao con cremas de espárragos y espinacas en compañía de ajos tiernos con ali i oli de calabaza. Bocados que fueron regados con vinos mallorquines y catalanes, seleccionados por Vinámica de Lloseta.