El segundo premio, el 12775, fue el más madrugador. A las 9.16 de la mañana Isaac Patricio Vaquero y Nazaret Blanco cantaron el número agraciado en el primer alambre. Era el minuto uno del sorteo de Navidad. En este mismo momento, la diputada socialista Silvia Limones se encontraba en el Parlament repasando las enmiendas ya que por primera vez debía salir a la tribuna de oradores para abordar los presupuestos de la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca. En este instante, le sonó el móvil. Era un mensaje de su compañero Marco Antonio Guerrero, asesor de Presidencia. Le advertía que la peña futbolística de sus padres habían vendido el segundo premio. "Me pensaba que era una broma. Empecé a llamar a casa pero nadie respondía. Al final pude hablar con mi madre que lloraba como una magdalena porque la lotería había tocado a muchos familiares y amigos del barrio. Fue mi padre el que compró los décimos en la Puebla de Cazalla (en Sevilla)", relataba una emocionadísima Silvia Limones ayer en los pasillos del Parlament. "Quiero llegar a casa y abrazarles", repetía la socialista que en su casa el sorteo de Navidad dejó 125.000 euros. "Solo teníamos un décimo. Ya conocemos el dicho de que el que reparte se lleva la peor parte", apostillaba para acto seguido admitir que estaba muy contenta y nerviosa porque el premio llegó a todo el barrio de Sant Antoni, en Eivissa. Sorprendida por la noticia, aún no sabía qué haría. "Lo importante es llegar a casa y celebrarlo con ellos. Supongo que con el premio taparemos agujeros". Lo que tenía claro era que las sevillanas estarían presentes en la celebración familiar. La anécdota parlamentaria la protagonizó el diputado Biel Company. Que replicó a Silvia Limones, dándole la enhorabuena por el premio e instándole a regalar el premio al conseller de Medi Ambient, "porque le hace falta", una propuesta que ha arrancado las risas en el arco parlamentario.

Y ¿cómo se sintió sabiendo que le había tocado la lotería antes de debutar en la tribuna de oradores? "Creo que lo he defendido mejor que si no me hubiera tocado. Después de toda la emoción de hablar con mi madre y mi hermano, me relajé y defendí las enmiendas porque era mi trabajo", resumió Limones antes de volver al arco parlamentario para seguir con el debate. Su compañero, Marco Antonio Guerrero, tenía un décimo a medias con su hermano y ayer también manifestaba su alegría porque este segundo premio había dejado 12,5 millones a la Peña Sevillista de Sant Antoni de Portmany. "Está muy repartido por el pueblo porque hay mucha gente originaria de La Puebla de Cazalla, el pueblo donde el padre de la diputada compró el número agraciado. En total, compraron 100 décimos gracias a que la peña contaba con un fondo de 2.000 euros destinado a la lotería. En concreto, la familia de Guerrero compró cuatro décimos. Igual que otros agraciados, destinará el premio "a pagar parte de la vivienda y a tapar pozos".

En Son Ferrer y Magaluf

Aunque El Gordo esquivó la isla, el segundo premio, el más madrugador, tuvo presente sa roqueta. Eso sí, la suerte llegó en avión. Y es que vecinos de Son Ferrer y Magaluf fueron agraciados con una serie del segundo premio gracias a que María Rey compró diez décimos del 12.775 en Osasuna (Sevilla) y los repartió entre familiares y amigos. Los trabajadores del Hotel Barbados de Magaluf celebraron por todo lo alto la visita de la suerte que ayer dejó 1.250.ooo euros.