Domingo 29: vampiros
En el imaginario colectivo de las generaciones del último siglo el vampiro ha cambiado mucho. Del feísimo Nosferatu al galán maduro envuelto en su negra capa (Christopher Lee, no Ramón García en las campanadas) a los rostros de Tom Cruise, Antonio Banderas o Brad Pitt con colmillos afilados; de los tipos musculados y envueltos en cueros a lo Matrix a los adolescentes lánguidos.
Pero nunca, jamás de los jamases, había nadie visualizado, imaginado, soñado siquiera, ver a los Rivera y Pantoja como amos y señores de las tinieblas. Ni en sus peores pesadillas. No es que las artes de la interpretación, la gestualidad, la sobreactuación o la puesta en escena, incluso los secretos del reino de la oscuridad, les sean del todo ajenos a estas sagas. La rama "pobre" sin ir más lejos, los Contreras.
Y sin embargo, bendita contradicción, no habrá julianes chupando hemoglobina en Sangre caliente, el nuevo hit que prepara Kiko Rivera. Con la actuación estelar de Fran y Cayetano, a los que una imagina ya en plan Pattinson y el otro, el hombrepecholobo. Brothers, les llama el dj. Y Anabel Pantoja y Chabelita serán sus Bellas. Vampiresas. O íncubas. O súcubas. O cazavampiros. Vaya a saber.
Lines 30: la campaña
Carmen Lomana no es la única celebridad rubia metida en campaña. Y no me refiero a Leticia Sabater, que por ahora sigue en el showbusiness. El otro. María Lapiedra anda por ahí pidiendo el voto, aunque no para el Congreso, sino para GH VIP. Dice, como los políticos, que quiere que la gente la conozca de verdad, a pecho descubierto, en su caso es muy posible que literalmente. Porque la que quizá tengan por actriz porno es una empresaria dedicada a la compra-venta de monedas. La que recuerden por sus relaciones escandalosas está felizmente emparejada y es madre de familia. La que tengan por frívola culminó sus estudios con matrículas de honor. Sin embargo, quiso ser una suerte de Cicciolina y no halló fortuna. En las urnas de la telerrealidad su programa podría cuajar. Olvido Hormigos se curtió ahí. Más que en los consistorios.
Martes 1: la hoja roja
El duque viudo está a punto de sacar su hoja roja. Próximo a cortarse la coleta. Pronto será un pensionista. A punto está de entrar en la edad dorada, interpretará el tercer acto de la vida. Alfonso Díez, funcionario en excedencia, cumplirá 65 años. Vivirá entonces, por un lado, con la paga que le adjudique la Seguridad Social por los servicios prestados al Estado y los años cotizados y, por otro, con una pensioncita de la muy nobilísima, histórica y de rancio abolengo Casa de Alba. Le aguarda algo así como la dignidad del emérito: el destierro vip, el segundo plano, un buen sustento asegurado y algunos viajes y fiestas, siempre como particular o figura meramente representativa. Un enorme jarrón chino.
Miércoles 2: el representante
Ha sido salir de Guatemala y entrar en Guatepeor, andar de zocos en colodros, salir de Málaga para meterse en Malagón, salvarse del fuego y caer en las brasas. Ir de Herodes a Pilatos. Porque Belén Esteban le ha retirado su confianza, sus ahorros, su hogar, su familia y su legado a su hasta ahora amigo, hermano, administrador, colega, representante. Pero es que antes de Toño fue Amador, ¿recuerdan? Amigo, hermano, administrador, colega, representante.
El agente artístico que debía lanzar al estrellato y no lanzó según propio testimonio retribuido y televisado de la hija, a la misma Rosario, la sobrinísima con permiso de Anabel Pantoja. Ahora que la de San Blas, y Paracuellos, le ha negado tres veces, el amigo de los famosos, tan famoso como los famosos, lleva camino de hacer bueno al pobre Amador. Que, total, lo peor que hizo fue convertir a la Esteban en una madonna de saldo. Es la maldición del representante. El síndrome del eterno segundón. El trauma de vivir a la sombra. Lo que viene siendo un terelu. Al menos, en la jerga.
Jueves 3: en la suya
Nada más emitirse la entrevista de tú a tú, de machote a presidente, campechana, en confianza, nada que ver con la envarada que le hizo Hermida al rey emérito, Bertín y Mariano sin más, ¿quién toma el relevo? Ana Obregón. La bióloga y artista destapa que ella también, si de grandes personalidades del país se trata. Igual que Mariano, ha grabado con el ex latin lover. En casa de la actriz, que en nada desmerece el villorrio del cantante melódico, mientras al mandatario le faltó el cuajo de recibirlo en la Moncloa y exhibir el lecho conyugal presidencial. Y, aunque ella no concurre a las elecciones, a éstas al menos, le avala una prolija carrera, amoríos variados y las trazas de sangre azul en su descendencia. Y, metidos en cocina, haber dado de comer a Spielberg. Algo apenas parecido a una paella.
Viernes 4: la hija pródiga
¡Albricias! Chábeli, la hija pródiga, como en la parábola, ha vuelto al hogar de los mil y un baños, al seno materno, a la patria chica. La primogénita Iglesias Preysler ha cruzado el charco en viaje relámpago para hacer un bolo. La madre de familia media norteamericana en que se ha convertido la otrora esposa salvaje de Ricardito Bofill ha querido devolverle la reciente visita de Acción de Gracias a la futura (tercera) señora Vargas Llosa, quizá cocerle una tarta de manzana a su abuelita filipina y hacer, tal vez, una fiesta de pijamas con sus hermanas Tamara y Ana.
Y que mamá Isabel pueda exclamar: "Hijas, vosotras siempre estáis conmigo, y todo lo mío es vuestro; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque esta hermana vuestra estaba muerta, y ha vuelto a la vida; estaba perdida, y ha sido hallada". En sentido metafórico y también para la literatura. Porque al Nobel no lo había leído. Ni unos párrafos en el Reader´s Digest. "Llevo treinta años fuera y leo en inglés", se justifica la niña-mujer. Ahora promete llevarse algún libro en la maleta. Traducido, aunque sea.
