Uno de los artistas vivos más influyentes de los últimos 50 años, Lawrence Weiner (Nueva York, 1942), considerado el padre del arte conceptual, exhibe sus famosas esculturas hechas con palabras y siete dibujos o mapas, "cartografías que no te llevan a ninguna parte", en la Galería Horrach Moyà (plaça Drassanes, 15), en una exposición que puede ser visitada desde hoy y hasta el 28 de marzo.

Se trata de un proyecto site-specific concebido a partir de la ubicación e historia del edificio que lo acoge y de la situación e historia de Palma, con claras referencias al viaje y a la navegación.

"Lo que me interesó sobre la situación en Mallorca fue la cartografía de los siglos XIV y XV. Fue una cartografía existencial, trataban de averiguar quiénes eran ellos en relación con ese mundo de afuera", comentó Weiner.

El artista, que en 1968 llegó a la conclusión de que la realización de la obra no es esencial para su existencia, confesó que "lo bonito de la escultura es que nadie quiere prestar atención. Tropiezan con ella. Quedan atrapados. Y el arte es esencialmente agresivo. Los artistas y el arte miran el mundo y no están satisfechos de cómo funciona el mundo. Y tratan de presentar otro mundo. Y ello puede ser una escultura o una pintura".

La exposición ocupa las dos plantas de la galería. En sus salas se encuentran cuatro trabajos del artista, esculturas hechas con palabras, con letras en vinilo adheridas a las palabras, en inglés, castellano y catalán. "Mantener la calma durante el abrazo del huracán", puede leerse en una de ellas.

"Mi vida anterior fue afortunada. Crecí en desagradables circunstancias pero había educación pública. Y con la educación encontrabas cosas que no comprendías y de alguna manera u otra acabé siendo artista. No creo que fuera magia", confesó este hijo del Bronx marcado por la Generación Beat.