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Entrevista

Fra John Edward Critien: "Estamos sorprendidos con el papa Francisco, pero no escandalizados"

Caballero de Justicia de la Orden de Malta. Instalado hace 15 años en el imponente castillo del Fuerte San Ángel de Malta, consagra su vida a Dios con el estudio del patrimonio artístico de la congregación católica fundada por comerciantes amalfitanos en el siglo XI, a la que ha jurado los votos de pobreza, castidad y obediencia

Fra John Edward Critien. FdV

Antes de profesar como caballero, Fra John Edward Critien (1949) enseñó inglés en Pisa y ahora vive cuidado por dos amas de llaves y exento por la Santa Sede de la promesa de pobreza. Desde su atalaya confiesa que el aperturismo del papa Francisco ha sorprendido a los más de 14.000 hermanos de la orden de la cruz octogonal blanca que viven bajo la premisa de no armar escándalos desacatando la doctrina católica. Fra Critien asegura que la hospitalaria Orden de Malta es ahora más necesaria que nunca, llama a la unión de todos los cristianos para luchar contra el yihadismo y se muestra pesimista al abordar el problema de la inmigración en la isla, donde precisamente esta la sede de la Oficina de Apoyo al Asilo Europeo de la UE.

-¿A qué se dedica en la actualidad la Orden de Malta?

-Hace ya casi 1.000 años se constituyó la Orden de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta como institución hospitalaria para atender a los peregrinos que llegaban a Tierra Santa. Lo hicieron los comerciantes amalfitanos cuya bandera era una cruz de ocho puntas roja sobre un fondo azul. Esa sigue siendo nuestra bandera, pero con la cruz blanca sobre fondo rojo. La orden se hizo luego también militar para luchar en las Cruzadas en defensa de la religión católica y pasó a ser soberana y religiosa. Ahora queremos volver a nuestros orígenes y brindar asistencia médica profesional a los más necesitados.

-Los caballeros de Malta responden a la condición prevista antiguamente para la concesión de títulos de nobleza: haberse distinguido por su especial virtud. ¿Cuál ha sido su gran virtud para hacerse caballero?

-Dedicar mi vida a la orden. Estoy entregado al estudio del patrimonio artístico de la Orden de Malta y a supervisar la remodelación que desde hace 10 años se hace en el Fuerte San Ángel de Malta. En esta isla queda muy poco de la colección artística de nuestra Orden porque los hermanos se la llevaron a Roma cuando Napoleón nos echó de Malta en 1798.

-¿Cómo entró usted en la Orden?

-En 1980 empecé a colaborar como voluntario, en 1983 me hice miembro laico y en 1990 inicié el noviciado. Tres años después juré los votos perpetuos de obediencia, pobreza y castidad.

-¿A qué se dedicaba usted antes de entregarse a la Orden?

-Era profesor de literatura y lengua inglesa en Pisa. En 1994, el Gran Maestre me sugirió que dejase de dar clases y me trasladase a nuestra sede en Roma, en la Via Dei Condotti. Lo hice y me convertí en el responsable de la librería, el archivo y la colección de arte de la orden. Yo tenía una vida de lo más normal, pero un día decidí consagrarla a Dios y elegí hacerlo a través de la orden a la que pertenezco. No me arrepiento lo más mínimo y de hecho animé a mi padre a entrar en la Orden y lo hizo.

-¿A cuál de las tres clases de la Orden de Malta pertenece usted?

-Soy Caballero de Justicia, un hombre religioso con los votos de obediencia, pobreza y castidad. La obediencia de los hermanos se debe siempre al Gran Maestre.

-¿No le parece poco coherente prometer el voto de pobreza y vivir con tantas comodidades en este imponente castillo del Fuerte de San Ángel?

-Tengo una dispensa del voto de pobreza de la Santa Sede que permite a los caballeros que no viven en comunidad trabajar para mantenerse. Soy de los pocos caballeros que no tengo que cumplir con el voto de pobreza. No soy un franciscano, sino un caballero de la Orden de Malta que sigue la máxima de esta institución: no dar escándalos. Si me tengo que comprar un coche no me compro un Rolls-Royce. Llevo en Malta desde hace 15 años cuando se comenzó a plantear la restauración del Fuerte San Ángel. Vivo aquí solo y me atienden hasta las dos de la tarde dos amas de llaves, un señor de mantenimiento y un jardinero.

-¿Qué responde a los que ven a la Orden de Malta como una secta?

-No saben de lo que hablan. En la Orden de Malta nada es secreto. Nos mantenemos de las cuotas de entrada en la orden, del pago anual que hacen los más de 14.000 caballeros y damas, de nuestro patrimonio, de las herencias y donaciones que nos dan y de la comercialización de nuestro aceite y vino. Funcionamos financieramente hablando como una empresa desde hace casi 1.000 años.

-¿Una empresa elitista?

-Esta es una orden de nobles por tradición, pero lo único que pedimos hoy en día para entrar es que el aspirante sea católico y esté dispuesto a dedicar parte del tiempo a las actividades de la orden.

-En las batallas ya no se combate con la espada, ¿qué instrumentos usan ahora para luchar contra las enfermedades, la miseria, la marginación y la intolerancia, y en el testimonio y defensa de la fe católica?

-Nuestra principal arma reside en la soberanía de la Orden que le permite gozar de un pasaporte diplomático para hacer su trabajo en cualquier país. Damos ayuda a quien nos la pide. Ayudamos, por ejemplo, en Cuba con dinero que nos dan los estadounidenses. Tenemos una maternidad en Belén y asistimos a los que sufren por la barbarie del Estado Islámico en Beirut.

-¿Cuál es la principal divisa de los 14.000 Caballeros y Damas que componen la Orden de Malta que deben observar una conducta cristianamente ejemplar en la vida privada y pública?

-No crear escándalos. Yo no puedo garantizar que todos los hermanos de la Orden lleven una vida ejemplar, pero les pido que si no la lleven por lo menos la oculten y no provoquen follones públicos.

-¿Se pueden divorciar los hermanos de la orden?

-Si a un hermano le deja su esposa puede seguir en la Orden, pero si se vuelve a casar pierde su estatus de hermano.

-¿Cómo abordan la homosexualidad?

-¡Qué gran problema! Tenemos que seguir las directrices de la Iglesia católica.

-Pero el Papa Francisco ha pedido que la Iglesia se abra a divorciados y homosexuales?

-Estamos sorprendidos con el Papa Francisco, pero no escandalizados. Él dice lo que le gustaría que fuese la Iglesia, pero la Iglesia aún no ha aceptado todo lo que él dice.

-Fra Critien, ¿cómo se enfrenta la Orden al fanatismo yihadista?

-Cuando uno ve la barbarie de estos fanáticos piensa que sería necesaria una nueva Cruzada, pero la Orden no es ahora militar y por eso no podemos impulsar ataque alguno. Lo único que podemos hacer es dar servicio a los heridos y enfermos, como hicimos durante las Cruzadas, y la I y II Guerra Mundial.

-¿No habría que propiciar la unión de todos los cristianos?

-Por supuesto. Los cristianos estamos muy divididos y los fanáticos yihadistas se aprovechan de ello.

-¿Qué propone hacer la Orden de Malta con el grave problema de la inmigración?

-Tenemos campos de refugiados en muchos lugares del mundo, pero esto es insuficiente para atender al aluvión de inmigrantes que llega a Europa. No veo una solución a corto plazo a este gravísimo problema.

-¿Está en las vallas la solución, desde el punto de vista cristiano?

-La situación es muy complicada. El cristianos tiene que ser solidario pero cuando ves que a tu tierra llega un aluvión de personas te paras a pensar y a veces se tienen que adoptar soluciones poco solidarias como la de levantar vallas.

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