La crisis y la pujanza de Amazon han obligado a muchos libreros a intensificar su labor de prescriptores y dinamizadores culturales. Buena prueba de ello es el Día de las Librerías, que ayer multiplicó sus actividades en trece establecimientos de Ciutat.

Por la mañana, el ambiente festivo peregrinó hasta Embat, donde sus anfitriones Francesc Sanchis y Glòria Forteza-Rey recibían a escritores y clientes habituales con vermut. "Lo que celebramos hoy es la labor de las librerías, que es acercar y fomentar la lectura entre la ciudadanía", destaca Sanchis. El librero explica que hace cinco años, cuando se decidió crear el Día de las Librerías, "las prescripciones literarias en los medios de comunicación habían bajado mucho". "No me gustaría que se dijera que este día y otras actividades de los libreros [que cuentan con una ayuda del Consell de aproximadamente 50.000 euros] conforman una estrategia anti-Amazon. Nosotros no competimos contra ese gigante", refiere. "Pienso que lo de hoy junto a la Fira es una estrategia para realzar y reivindicar nuestro papel como dinamizadores culturales y no como meros botiguers", prosigue. "Es decir, lo importante no es lo que vendemos sino lo que recomendamos", agrega. Sanchis es de los que piensan que la sangría de cierres de librerías ha tocado fin. "O eso espero. Las que no han desarrollado esta parte más cultural y son simples tenderos son las que tienen más números para echar la persiana", opina. De momento, este 2015 los datos de ventas son mejores que en el año anterior. "Calculamos una subida en torno al 3-4%", desvela.

Durante la mañana, los escritores Joan Perelló y Tonina Canyelles ejercieron de libreros por un día en la librería de Geranios. En una mesa en la calle, expusieron algunas de sus recomendaciones: El regne de Emmanuel Carrère, Fred als ulls de Antònia Vicens, La malcontenta de Sebastià Alzamora, La llei del menor de Ian McEwan, T'hi sé de Enric Casasses o La llebre amb els ulls d'ambre de Edmund de Waal. Para Perelló, "no vale la pena celebrar el Día de las Librerías para la literatura de consumo, pero sí para la de pensamiento y ficción, que es la que forma parte esencial en la formación de la gente".

En Gotham celebran ser el fortín palmesano de la viñeta. David Riera y Pato Conde dibujan a sus puertas junto a su editor, Pau Castanyer (Despropòsit), quien recomendó junto al librero Rafel las historietas de Charles Burns o Sangre americana de Autsaider Cómics.

La jornada, con más público por la tarde, continuó con cuentacuentos, conciertos y presentaciones.