Iggy Pop no ha podido desplazarse en persona a Palma para la inauguración del festival de cine Evolution!, pero el rockero, que cuenta con una larga trayectoria como actor, estuvo ayer en boca del director y los protagonistas de Blood Orange, la película que se proyectará hoy en la gala de apertura de esta muestra -Teatre Principal, a las 21 horas- y que constituye el último trabajo para el celuloide del autor de clásicos como The Passenger o I Wanna Be Your Dog.

"Los oficios de actor y de músico tienen cosas en común. En ambos casos se trata de ejercicios artísticos, hay que saber trabajar delante de un público y a mí me resultó muy interesante contemplar cómo trabaja una figura tan carismática y con tanta fuerza escénica como Iggy Pop", comentó el actor Ben Lamb durante la presentación del filme.

El protagonista de Divergente, la adaptación a la gran pantalla de la novela de Veronica Roth, se enfrenta en un "juego de poderes" a Iggy Pop en este thriller psicológico que se rodó el año pasado en Eivissa, en Sant Josep, bajo la dirección del británico Toby Tobias. La película, con un "presupuesto muy bajo" y rodada en poco más de quince días, "con urgencia", aborda temas como "la sexualidad de la mujer, la riqueza y la honestidad".

La trama comienza en el paraíso ibicenco de Bill, una vieja estrella del rock y su bella y joven esposa Isabelle (Kacey Barnfield). Pero bajo esa superficie de perfección se esconden secretos que enturbiarán las relaciones de los protagonistas. Todo se tuerce cuando irrumpe en el idílico paraíso de la pareja un peligroso examante con ganas de venganza (Ben Lamb) que abre un juego del gato y del ratón en el que el cazador se convierte en el cazado.

"Quería una estrella del rock para el papel de Bill y pensé en varios nombres hasta que di con Iggy. Nunca lo conseguiré, me dije a mí mismo, pero lo intenté. Le envié el guión y... aceptó. Tengo dos semanas para rodar, me dijo. A partir de ahí todo fueron prisas para poner el proyecto a punto", recordó Tobias.

"Con Iggy todo fue muy fácil", asegura su mujer en esta ficción, la actriz británica Kacey Barnfield, conocida por papeles como Resident Evil: Ultratumba. "Antes del rodaje sentí un poco de temor pero al final todo fue muy divertido. Me he reído mucho con Iggy", agregó.

"Ha trabajado muy duro. Sabía que tendría que estudiar mucho, porque su papel tiene muchos diálogos, y se lo tomó muy en serio", señaló en referencia a la leyenda del rock el también actor Antonio Magro, quien en Blood Orange da vida a un jardinero que se sentirá "invadido y usado por los turistas que, con dinero y grandes casas, se aprovechan de su isla".

En la película no hay ni buenos ni malos personajes, y sí "personajes complejos" y continuos giros. "Cuando ves la cinta piensas que va a ir en una dirección, y te equivocas", apuntó Ben Lamb, quien se mostró "encantado" de haber trabajado en Eivissa, una isla que no conocía: "Me ha parecido preciosa. El ambiente, la casa en la que rodamos, situada en el campo, y la luz de la isla, que es increíble, todo fue maravilloso".

Iggy Pop, que hoy saludará a los presentes en el Principal a través de un vídeo, está en plena forma ya que también planea ser el protagonista de una nueva película de terror con Darío Argento que se titulará The Sandman. "Mi vida estará completa si consigo interpretar este papel", ha dicho sobre este filme.

A sus 67 años, James Newell Osterberg, Iggy Pop, no solo es una referencia mundial en el punk rock y el post-punk. El que fuera líder de The Stooges, banda con la que forjó su fama de salvaje, también ha participado en cerca de una veintena de películas, entre ellas Dead Man, con Johnny Depp; Coffe and Cigarettes o El color del dinero.