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Entrevista

Kika Coll: "Prefiero pasar a la historia por hacer cosas en positivo que no derribando"

Kika Coll, en su despacho de La Misericòrdia.

­­-¿Qué valor patrimonial tiene el monolito de sa Feixina?

-Sa Feixina se ha utilizado como una herramienta política. Este bien no estaba catalogado y desde la Universitat ya se hicieron unos informes sobre cómo se podía desmontar, como permite la Ley de Memoria Histórica. PP y ARCA piden ahora que se haga la catalogación. No sé por qué el PP no lo impulsó en su día. Tomar la decisión de demoler un monumento es una decisión muy potente. Derribarlo es políticamente incorrecto pero por suerte yo no he vivido el drama que sí han vivido otras familias que al pasar por sa Feixina se les gira el vientre. Jugar con los sentimientos es muy complejo. Está claro que sa Feixina es un punto conflictivo de la ciudad.

-¿Teme que, derribado el monolito, se sucedan las peticiones de demoliciones de otros monumentos franquistas?

-Claro. Si se da el primer paso luego se tendrá que ser coherente y desmontar o derribar todo. No solo sanearlos y someterlos a una intervención poco valiente. Yo prefiero pasar a la Historia por hacer cosas en positivo que no desmontando o derribando.

-¿Cuándo volveremos a escuchar las campanas de la Seu?

-Para la inauguración del Any Ramon Llull. La restauración ya ha concluido.

-Monestir de Santa Elisabet o Sant Jeroni. ¿Usted defiende que parte de las obras se custodien en Inca, en el Monestir de Sant Bartomeu, como insisten las monjas?

-Hay que tener mucho cuidado en deshacer las colecciones que han perdurado durante siglos. Es muy peligroso. Las piezas irán a Inca de una manera puntual porque tendrán que regresar a Sant Jeroni. El estado en el que está Sant Jeroni es muy delicado. Allí no pueden permanecer.

-¿Existe un plan para la restauración de Sant Jeroni?

-Este edificio se ha ido degradando y las monjas han ido cuidándolo a su manera. Lo que se ha requerido es que saquen una serie de bienes con las condiciones que se les pide desde el Consell. Hemos decidido con la comunidad ir haciéndolo por fases, poco a poco y con el asesoramiento del departamento. Desde Patrimoni no sacamos el látigo pero tampoco son monjas pobrecitas, tienen una infraestructura importante.

-¿El diálogo entre ambas partes es fluido?

-Entre julio y septiembre lo fue pero desde hace un mes no tenemos noticias suyas.

-Inquietante.

-Un poco desconcertante. Quiero pensar que darán señales de vida. Las monjas saben cómo hay que hacer las cosas y cómo no hay que hacerlas. Si van a la suya, es denunciable. La ley se ha de respetar. Una primera vez, bueno; una segunda, de acuerdo; pero una tercera, no la quiero contemplar porque no me cabe en la cabeza.

-¿Qué medidas se han aplicado para que episodios como este no vuelvan a suceder?

-Ahora tenemos la excusa perfecta para que instituciones y comunidad creemos una especie de protocolo de actuación. Gracias a Dios, no todos los conventos de Palma están como el de Sant Jeroni. Hay que hacer pedagogía del patrimonio.

-¿Se han atendido otras peticiones de conventos con patrimonio amenazado?

-A un nivel de gravedad como el de Sant Jeroni, no. Lo suyo sería poder tener un plan director o un plan estratégico, o integral... Esto no está hecho y es más rápida la degradación que la elaboración de protocolos. A veces basta poner en marcha protocolos sencillos, con sentido común. Los otros conventos están controlados, habitados y poco a poco se están haciendo obras de reforma.

-¿Todo el patrimonio eclesiástico está inventariado?

-En el caso de los BIC (Bien de Interés Cultural), sí, pero muchos conventos no tienen inventario. Se debería hacer. Lo que sí hay es una catalogación por parroquias y conventos, unas fichas técnicas que llegan al Consell, se revisan y se depositan en un fichero de la casa, en un fondo de documentación.

-¿Qué seguimiento se hace de los BIC?

-En el departamento ya hemos hablado de poner en marcha la revisión de los BIC. No tiene sentido declarar algo como BIC y luego olvidarse de él. Ojalá pudiéramos tener una persona que solo se dedicara a revisar los BIC. Lo bueno de Mallorca es que aquí el patrimonio está muy controlado, de un modo indirecto, cuando ocurre algo, enseguida nos enteramos. El tema de los BIC está un poco parado porque hay temas más prioritarios que en el día a día van delante."Hace un mes que no tenemos noticias de las monjas jerónimas. Es un poco desconcertante"

-Los arqueólogos se quejan de "ayudas imposibles", de que les resulta muy difícil ajustarse a los requisitos de las subvenciones.

-Nos estamos repensando si es el modelo idóneo. Llegar a todos es muy complejo, y sobre todo a corto plazo y de una manera justa. A ellos les da la sensación de que no les sirven para nada y a nosotros, de que ellos se quedan frustrados. Están mal enfocadas y desfasadas y es un tema que hablamos con los propios arqueólogos. Cada uno tiene muy claro cómo es su yacimiento pero yo necesito tener una visión insular, saber cómo está todo a nivel global, el diagnóstico.

-¿Existe algún plan para poner en valor los yacimientos?

-Sí. Cuando llegamos al Consell encontramos un trabajo realizado muy interesante: ArqueoMallorca. Se trata de una web para dar a conocer la rica cultura arqueológica que engloba a una serie de museos y ofrece distintas rutas y actividades. Estamos mirando hasta qué punto el Consell se puede quedar con esta marca y que seamos nosotros quienes trabajemos en esta plataforma, junto al colectivo de arqueólogos. Tenemos que repensar la iniciativa y ajustarla a los presupuestos reales del año que viene. Tendríamos que funcionar más a nivel global, interrelacionar los yacimientos, crear un circuito, pero es un trabajo que se tiene que pensar mucho, porque es un proyecto macro. Sí que estaría bien que hubiera un museo destinado a la arqueología terrestre y subacuática, que está muy abandonada. De hecho se ha vuelto a retomar lo de poner en marcha la carta arqueológica subacuática. Tenemos que estar vinculados y representados en el plan nacional de arqueología subacuática que para nosotros tiene que ser un punto de referencia, pero lo primero que hay que hacer es la carta, que aún no la tenemos. El proyecto está preparado y posiblemente se hará durante 2016.

-¿Desde el Consell se ayudará a impulsar el Museu Marítim?

-Es otra vez lo mismo. En el 2015, ¡cómo podemos estar sin un Museu Marítim! Lo que está claro es que no tenemos tantos recursos como para poner tantas cosas en marcha. Lo que tenemos que hacer es pensar qué cosas se pueden englobar en un museo que quizá contemplase un poco todo. Lo primero que hay que tener es un conocimiento claro y ajustado de cuál es la realidad.

-Any Arxiduc. ¿Se trabajará por la recuperación de parte de su legado, amenazado por ruina?

-Cuando nosotros llegamos, ya comenzado el Any Arxiduc, se había hecho muy poco trabajo. Es que vamos sobrados. ¡Se nos acaba el Any Arxiduc y empieza el Any Ramon Llull! ¡Por favor! Hay una capilla, la de Ramon Llull, en la finca de s´Estaca, que la hizo el Arxiduc conmemorando el 600 aniversario de la muerte de Llull, y que está como está, en un estado catastrófico. Estamos estudiando si la podemos recuperar y cómo y con quién podemos hacerlo, y cuánto costaría.

-¿Adquirirán el Sindicat de Felanitx?

-Adquirir el Sindicat tendría que ser viable económicamente. Yo creo que lo es. Pero primero hay que preguntarse qué uso le daremos, cuánto costará, quién se involucrará...

-¿Qué uso le daría usted?

-No lo sé. Se habló de que Miquel Barceló lo quería fomentar como un espacio de creación para los jóvenes. Pienso que se ha de aprovechar la marca Barceló pero también se ha de jugar con expectativas y objetivos reales. ¿Barceló quiere participar? Qué lujo, pero bueno, ¿qué pone él y de qué manera?

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