Las banderas oficiales del Teatre Principal ondean a media asta en señal de luto por Serafí Guiscafré, el que fuera su director entre 1980 y 1993. El actor, autor, director y gestor teatral falleció el pasado miércoles, en el Hospital de Manacor, a la edad de 92 años.

La noticia de su fallecimiento ha causado gran consternación y dolor en todo el equipo humano del Principal, en el que también fundó, junto a Rafael Nadal, el Coro del Teatre.

El departamento insular de Cultura, Patrimonio y Deportes se ha sumado al pésame por la pérdida de una figura que ha descrito como "referente de las artes escénicas en Mallorca". También el Govern, a través de la Conselleria de Participación, Transparencia y Cultura, destacó su papel en este campo.

Ligado al mundo teatral, Guiscafré también fundó y dirigió la compañía Majòrica, con la que representó Tú y yo somos tres, de Jardiel Poncela en el Teatro Lírico, y Condenados, de Suárez Carreño, en el Teatro Sindical, entre otros montajes.

A lo largo de su trayectoria representó en varias ocasiones, y también con la Majòrica en colaboración con la compañía Ruano-De la Torre, el personaje de don Juan Tenorio.

Fue director de las compañías Ruiz de Alarcón y la de Antonio Puga, y trabajó como director de teatro y ópera en ciudades como Barcelona, Girona, Bilbao, Oviedo, Córdoba, Tenerife y Las Palmas.

En 1977, asumió la dirección del Teatro Principal, cargo que ocupó hasta su jubilación, en 1993, si bien se mantuvo en activo al frente de las temporadas de ópera. De hecho, en 1995 inauguró el Festival de Ópera de las Arenas de Avenches de Suiza con Aida, de Verdi, y un año después, dirigió Carmen, de Bizet.

En diciembre de 2013, durante una de las funciones de la producción de la zarzuela Luisa Fernanda, Serafí Guiscafré y Rafel Nadal recibieron un cálido homenaje del Coro del Teatre Principal, y de toda la institución, precisamente cuando se cumplían 30 años de la creación de la formación coral.

La tarea de Guiscafré como director del Teatre Principal no se limitó a la lírica ya que fe el responsable de dotar técnicamente el teatro para adaptarlo a los nuevos tiempos y permitir su desarrollo como espacio escénico público de referencia.

Fue el impulsor del Premio Teatro Principal de Textos Escénicos, y de un certamen de pintura que promovió con el objetivo de que la institución tuviera un fondo patrimonial artístico.

Durante su época como director del Teatre Principal, Guiscafré programó compañías de la calidad del Centro Dramático de la Generalitat de Cataluña con María Rosa (1983), Dagoll Dagom con Glups! (1984) y Antaviana (1985) o la Compañía Nacional de Teatro Clásico con El médico de su honra (1986).