El Consell de Mallorca tratará de resucitar el Centre Toni Catany sobre la obra del insigne fotógrafo de Llucmajor para evitar in extremis que se pierda el presupuesto de 4,3 millones de euros comprometido por el Estado para su puesta en marcha. La abulia institucional en relación a un proyecto que arrancó en 2009 y no ha se ha movido apenas ha puesto en grave riesgo su materialización, y los fondos ya captados para ella. "La inversión debe estar acabada el 31 de diciembre de 2016, y justificada en junio de 2017, pero a día de hoy no hay nada que podamos presentar para evitar que se pierda esta subvención estatutaria", comentó ayer el vicepresidente de Cultura, Patrimoni y Esports de Mallorca, Francesc Miralles, que ayer hizo balance de los 100 días de su departamento.

Cultura se ha reunido con la Fundació Toni Catany que gestiona su legado para acelerar a partir de la semana que viene las primeras contrataciones relacionadas con el Centre que se instalará en la casa natal del Premio Nacional, "con el propósito de llegar al año que viene con el máximo ejecutado y así tener la oportunidad de renegociar una prórroga del convenio y no se nos escapen unos fondos que son finalistas. Hay que decir que si se produce un cambio en el Gobierno central todo resultará más sencillo", destacó Miralles.

Esta "falta de músculo", en palabras del vicepresidente del Consell, del aparato gestor del área que dirige lastra la actividad real de la institución que dispone de las mayores competencias en materia de Cultura. "Buena parte del presupuesto está sin gastar. El 80 por ciento del dinero que tenemos se concreta en líneas de ayuda en todas las disciplinas creativas, pero muchas no se convocan, y en consecuencia los fondos se pierden", abundó el director insular Rafel Creus, encargado asimismo de forma transitoria de la gerencia del Teatre Principal.

"Durante estos años ha faltado el liderazgo político necesario para gastar el presupuesto, pero nosotros vamos a hacerlo. Nos hemos empeñado en sacar adelante todas las subvenciones posibles, e incluso publicaremos ya algunas de 2016, pero por falta material de personal y del tiempo que exigen los trámites administrativos no podremos dar salida a todas", reconoció Miralles.

En su resumen del trabajo desarrollado en estos más de 3 meses tras las elecciones, el vicepresidente socialista del gobierno de Mallorca destacó la necesidad de modernizar su gestión y hacerla online, "para que podamos de una vez hablar de cultura y no de recursos administrativos. Será difícil, porque hemos de cambiar el motor del coche mientras está en marcha. El Consell no tiene excusa para no ser el referente cultural de la isla y por eso vamos a empeñarnos en asumir recursos tan importantes como el Museu de Mallorca, el Arxiu o la Biblioteca de Can Sales, además de potenciar la cooperación con los ayuntamientos y poner en marcha políticas activas de normalización lingüística".

Por último, Miralles mencionó la intención del Consell de volver a vincularse en la gestión de la Orquestra Simfònica de Balears, algo en lo que coinciden con el Ayuntamiento de Palma. Ambas instituciones no forman parte del patronato de la agrupación musical, que en la legislatura pasada asumió en solitario el Govern.