El vinilo vive una nueva etapa dorada. Su demanda se ha multiplicado en los últimos años y las principales fábricas europeas -en España escasean y no pueden competir en costos- se han visto obligadas a alargar sus plazos de entrega. Llevados por la "ilusión y pasión" que les brinda este soporte, un grupo de mallorquines ha decidido constituirse en empresa. Su nombre es We Record Vinyl y su reclamo: los hacen por encargo, de un modo personalizado, en tiradas pequeñas y no hace falta tener discográfica.
Las fábricas de vinilos más importantes de Europa se hallan en Francia, la República Checa y Alemania. "Los grupos o los sellos musicales que deciden trabajar con estas fábricas pueden sufrir tiempos de espera de entre cuatro y seis meses y, cuando reciben el material, puede ser que encima esté defectuoso", señala Salva Arévalo, de We Record Vinyl.
Ese es uno de los problemas que esta nueva empresa trata de reparar, utilizando una plancha que apuesta por cantidades pequeñas. "Trabajamos desde regalos de copia unitaria o con músicos que tienen una maqueta y no han podido grabar anteriormente hasta grupos que necesitan una cantidad elevada de discos venderlos en tiendas. Ahora mismo tenemos en marcha una cantidad muy elevada de pedidos y la mitad son de grupos y productores mallorquines", señalan.
Aclaran que están abiertos a todos los estilos, desde el heavy o el hip hop a la música electrónica o el jazz, lenguaje que emplean los Highlands Project, el sexteto que lidera Sergio Llopis y que supo de esta empresa vía Facebook.
"La grabación y prensado de discos es un proceso un poco complejo que requiere desde materia prima para fabricar el propio vinilo hasta maquinaria industrial para prensar y grabar dichos discos. Las planchas son todas muy similares aunque varían sus precios, que oscilan entre los 30.000 y el medio millón de euros. La parte más importante es la buena formación y el desarrollo de la parte técnica para un resultado satisfactorio", explican.
Los productos que ofrecen son vinilos negros de 7 y 12 pulgadas, con galletas en blanco, funda de protección y carpeta exterior, que puede ir impresa o serigrafiada, en blanco, negro o color. Sus precios van desde los 25 euros a los 160, con tiradas desde diez copias.
Desde We Record Vinyl lo tienen muy claro: "A nivel nacional el vinilo está en auge desde hace unos años. Debido al menor interés que generan los cedés y que a muchas personas les gusta seguir teniendo la música en formato físico".
Si en España la venta de discos de vinilo alcanzó en 2014, según el Informe anual de música grabada de Promusicae, las 260.000 copias, lo que supone casi el doble que en 2013, en Estados Unidos se vendieron más de 6.000.000 de copias, un 40 por ciento más. Un último dato: la mayor productora de vinilos del mundo, United Record Pressing, ha pasado de dieciseis máquinas a treinta para poder atender todos los pedidos en este formato que están haciendo las discográficas.
"La calidez del sonido es inigualable", defienden en We Record Vinyl. "No es que sea mejor ni peor, simplemente es algo que se aprecia y para los amantes de la música es un placer poner a rodar un disco, escuchar cómo crepita o ver que huele distinto. Otra ventaja importante es encontrar la música mirando las carpetas".
