Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica de cine

La ambigüedad del mal

Si los ateos tuviéramos Papa, uno de los primeros canonizados sería Woody Allen. Bromas aparte, con Irrational man el neoyorkino vuelve al drama. Es el cuarto filme, tras Delitos y faltas, El sueño de Casandra y Match Point, inspirado en Dostoyevski. Raskólnikov resucita esta vez como un reputado profesor universitario de filosofía (Phoenix) que flirtea con otra profesora (Posey) y una alumna (Stone). No desvelo más y vuelvo al desarrollo temático. Allen no se limita a actualizar al escritor ruso. Aquí lo asocia con los filósofos de cabecera habituales, (Kierkegaard, Husserl, Mill), con Hanna Arendt y, en otra conexión obvia y atinada, con Patricia Highsmith (Extraños en un tren). El guión es denso, con puntadas de comedia; bastante menos espeso que el de El sueño de Casandra. Plantea, recuerda más bien, que la dicotomía verdad-mentira y el concepto de crimen ética o moralmente justificable tienen muchos matices y por tanto son interpretables y manipulables.

Siendo un drama, no renuncia al sello formal de Allen. Localizaciones selectas (esta vez Newport, en la costa de Nueva Inglaterra). Banda sonora (Ramsey Lewis Trio, con algunos cortes de Bach), con atmósfera casi de hilo musical que acentúa no la banalidad del mal denunciada por Arendt pero sí su cotidianidad. Y en el reparto otro fustigazo de inteligencia. Mano a mano oligopólico, excelente, de Joaquin Phoenix (The master, Her, Puro vicio) y Emma Stone (Birdman), con Parker Posey entrando a algún relevo. Ningún conocido más, ni en cameos, para evitar distracciones. Todos estos grandes y pequeños detalles muestran que Allen, aún sin ir sobrado de frescura, sigue teniendo mucho que contar.

Irrational Man

Nacionalidad: Estados Unidos, 95 min.

Director: Woody Allen.

Actores: Joaquin Phoenix, Emma Stone, Parker Posey.

Cines: Rivoli, Ocimax, Cinesa, Festival Park, Multicines Manacor.

Compartir el artículo

stats