Dos de los mayores hitos del poder y la seducción, de la erótica del poder y del poder de la erótica, el dictador romano César y la última reina del Antiguo Egipto, Cleopatra, se reencontrarán en las tablas del Auditòrium de Palma los próximos días 16 y 17 de octubre (viernes a las 21,30 y sábado, a las 19 horas; precio único: 28 euros). Dos amantes, cómplices y aliados que, desde su perspectiva de hoy, recordarán, ironizarán y debatirán sobre lo que vivieron y han visto suceder en el mundo desde el día de sus muertes. Unos recuerdos que llegarán a través de dos Césares y dos Cleopatras, los eternos y los reales, encarnados en un "póquer de ases": Emilio Gutiérrez Caba, Marcial Álvarez, Ángela Molina y Lucía Jiménez, la actriz segoviana que se dio a conocer como intérprete en la película de David Trueba La buena vida.

"Los cuatro recorren desiertos, palacios, ríos y mares transportándonos mágicamente en sus divinas alas. Una propuesta donde la palabra, la música, la danza y la luz sirven de armas y de artes a cuatro grandes actores que van a hacernos gozar, pensar y comprender la eternidad del teatro", apunta Magüi Mira, la directora de este montaje.

Una obra, César & Cleopatra, que desde su estreno en el Teatro Romano de Mérida no ha dejado de acumular elogios por parte de la crítica, con sonados aplausos para Angela Molina por su papel de Cleopatra, una mujer segura, dueña de sí misma y sabedora de hasta qué punto puede dominar a César, representado por Emilio Gutiérrez Caba.

"He buscado a la mujer detrás del mito (...) Cleopatra es cruel porque César es su cómplice, pero también es sincera, lúcida, juguetona...", ha explicado una actriz que puede presumir de haber trabajado con los más grandes: Buñuel, Borau, Almodóvar, Bigas Luna, Gutiérrez Aragón...

El texto, inédito, lleva la firma de Emilio Hernández y se presenta cargado de humor, diálogos y discusiones entre las parejas sobre lo que fue, lo que pudo ser y no fue, lo que hubieran hecho de volver a vivir y lo que de ninguna manera quisieran repetir.

El espectáculo, en palabras de su directora, es una "fiesta de los sentidos y de la inteligencia" con dos personajes que "han trascendido el tiempo" y cuya historia refleja que "el poder no tiene futuro, solo presente".

La obra analiza distintos temas, como el feminismo, el pacifismo, el horror de la guerra o las razones de Estado, y subraya el poder de seducción que tuvo una de las mujeres más libres que haya existido, Cleopatra, modelo de seducción por su belleza física.

"Cleopatra fue una mujer inteligente, hablaba nueve idiomas, astróloga, médica, matemática y todo esto con 21 años. Una gran estratega política y el sexo lo transitaba con el arte porque entonces era un arte en el imperio egipcio", ha explicado Magüi Mira.

La propuesta escénica del montaje es uno de sus principales avales. Cuenta con una música original de David San José y también aparece Haendel con una aria que escribió en su ópera barroca para Julio César.

La danza también será protagonista, no con baile en sí mismo, sino con trabajos de cuerpo con el fin de subrayar la belleza, otra manera de "zarandear el corazón del espectador".