-¿Qué aborda y a quién va dirigida su clase magistral El cinema en creixement?
-Aborda el cine en diálogo con otras disciplinas -música, literatura, arquitectura- que para mí no son en realidad otras disciplinas sino que forman parte de la esencia del cine. Plantearemos cómo la creación cinematográfica se puede abordar de infinitas maneras, a partir de la exposición de trabajos propios que ahora mismo están en proceso de construcción: largometrajes, instalaciones, series... La clase va dirigida a quien quiera venir, no hay ningún tipo de requisito.
-¿Por qué entiende el cine como un arte impuro?
-Ha habido varios discursos a lo largo de la historia que insisten en encontrar la esencia pura del cine y yo creo que el cine, al nacer tan tarde, ya nace cargado e impregnado de todas las tradiciones ya sean literarias, teatrales o pictóricas. No es casual que el encuadre del cine tenga unas dimensiones y unas proporciones determinadas que remiten a la pintura o a la caja teatral. El cine nació bastardo y es bueno que lo sea hasta el final.
-Hay quien asocia su estilo con el de José Luis Guerín. ¿Siente su cine cercano?
-Sí. Guerín fue un hombre clave para mi generación. Nos enseñó, con películas como Innisfree y Tren de sombras, que otro cine era posible más allá del que veíamos en las salas más comerciales.
-¿Qué carencias le reprocha al cine español?
-Creo que es un cine muy plural, como casi todos los que se están haciendo ahora, pero no me planteo el cine en términos de nacionalidades.
-¿Le preocupa la desaparición de España?
-No mucho, pero preferiría que no desapareciera. Me preocupa más la desaparición del celuloide, que la veo más factible.
-¿Qué sentimientos le genera la campaña electoral en Cataluña?
-Aburrimiento. Acabo de llegar a Girona, donde vivo, después de un rodaje en Cádiz. Lástima que no haya llegado una semana más tarde. Me hubiera ahorrado un tostón.
-¿Qué le exigió Barceló para trabajar con usted?
-Nada. Fue una experiencia muy agradable, placentera y sobre todo inspiradora. Sí insistió en que él necesitaba tiempo para pintar.
-"No me dejé convertir en actor", ha confesado el pintor en referencia a su trabajo en 'Los pasos dobles'.
-Sí dijo lo de no actuar pero tampoco se puso muy serio con eso.
-"Me gustaría hacer películas inesperadas que lleguen a públicos inesperados". ¿Le divierte la incertidumbre en su trabajo?
-La necesito. Me siento cómodo en la incertidumbre y en la improvisación.
-¿Por qué no pertenece a la Academia del Cine?
-Porque no le encuentro ningún sentido.“No pertenezco a la Academia de Cine porque no le encuentro ningún sentido”
-¿No sentirse español y aceptar un Premio Nacional es una contradicción?
-No. Para rechazar un Premio Nacional hay que tomarse muy en serio los premios y a uno mismo. Cuando yo gané el Premio Nacional de Cine de Catalunya y lo acepté lo hice con la tranquilidad de que no me tomaba en serio ninguna de las palabras que formaban un concepto de mí mismo.
-Su última película, 'Murieron por encima de sus posibilidades', se llevó a cabo sin subvenciones, con la aportación de un centenar de personas, entre actores y técnicos, por lo que nació con total libertad y no tuvo que pasar por los "embudos de las televisiones".¿Volvería a trabajar en forma de cooperativa?
-No lo sé. Lo que sí sé es que no estamos para rechazar ningún tipo de forma de trabajar. Fue un método de trabajo que me permitió disfrutar el placer de la amistad. Cuando planteas una cooperativa y sobre todo con una película sobre la crisis es muy fácil que se den equívocos y que aparezca un efecto boomerang. Nada de eso pasó. Todos seguimos siendo íntimos colegas, trabajando juntos y montando fiestas. Probablemente haya sido el rodaje más placentero de mi vida. Así como montar la logística fue duro, en cuento a rodaje fue muy agradable.
-¿Qué une a dos actores aparentemente tan distintos como Albert Pla y José Coronado?
-La generosidad, algo que tiene casi toda la gente de la profesión del cine. Parece un anuncio malo de la Academia del Cine pero en general la gente de la cultura tiene ganas de trabajar y hacer lo que les gusta.
-¿En qué proyectos trabaja actualmente?
-Estamos terminando la post producción de La próxima piel. Una película que se ha grabado en los Pirineos con Emma Suárez, Sergi López, Bruno Todeschini y Álex Monner como protagonistas. Una producción hispano-suiza de ficción. También estoy empezando a preparar alguna cosa para la continuación de La leyenda del tiempo (2006), una historia que para mí siempre ha sido un proyecto vital.
-¿Rodará alguna vez en Mallorca?
-Ya lo he hecho, en Magaluf, pero fue como turista.
-¿Se puede hablar de un punto de partida común en el origen de sus proyectos?
-En algunos casos nacen de las ganas de filmar a una persona; o de rodar con un equipo. A veces de una trama argumental; y otras de una inquietud o una búsqueda.
