Mucho me temo que la Nit de l´Art no va a poder reconducirse cuando realmente lo necesita. El debate sobre qué modelo de cita se desea está ahora mismo en boca del sector artístico y también de muchos ciudadanos. La discusión divide a los que están de acuerdo con los visos de verbena comercial que la Nit ha ido adquiriendo de los que defienden un acontecimiento más artístico y circunscrito en puridad a las artes plásticas.
Esta semana he planteado la cuestión en mi muro de Facebook, decantándome por la segunda opción, y algunos usuarios de la red social me han tildado directamente de "élite intelectual". En mi post, elevaba a nivel de queja que bares, restaurantes, tiendas de muebles o locales de ocio nocturno aprovecharan la marca "Nit de l´Art" como reclamo comercial y para crear su evento en Facebook bombardeando con propuestas en ocasiones bastante alejadas de lo que es el arte contemporáneo. También emplazaba a aquellos ciudadanos que sólo -y recalco este sólo- piensan en pegarse la fiesta en la calle, salir a cenar o tomarse unas cañas en la noche de la Nit, a hacerlo, por favor, otro día. Mi texto únicamente era una señal de alarma ante la desvirtuación de la cita 18 años después de su creación. Un grito de llanera solitaria. De loba esteparia. Aunque quizá no tanto, vistos los comentarios generados.
Ante una Nit de l´Art que arrastra adocenamiento y se inclina por la verbena, pocos son los que se hacen preguntas: ¿Alguien recuerda a día de hoy el motivo fundacional del evento? ¿Por qué a los galeristas se les ha ido de las manos? ¿Qué ha sucedido?
En primer lugar, creo que el éxito masivo de la Nit de l´Art se debe al déficit de fiestas populares callejeras en Palma durante los meses de buen tiempo. Si el problema es éste, tiene fácil solución. Confeccionemos una versión estival de la revetlla de Sant Sebastià con un punto más refinado y listos. Aspiraciones satisfechas. No hay que olvidar que la Nit nació como inauguración conjunta de la temporada artística en las galerías y ha acabado desembocando en la fiesta con que los mallorquines despiden el verano. Barras para servir bebida en las calles, vasos de cerveza por el suelo, música en las plazas, tapeo. Una cita insignificante a nivel artístico y muy provechosa para la oferta complementaria. Pienso que los galeristas han tardado demasiado tiempo en proponer una idea para reflotar su gran invento, convertido a través de un branding involuntario en una marca ni demasiado elitista ni demasiado popular. Repito, han tardado demasiado, pero finalmente han alargado la Nit con dos jornadas profesionales que se antojan una buena idea, siempre y cuando se acompañen de más actividades de las hasta ahora propuestas. Pese a ello, pienso que deben ser más valientes a fin de darle una vuelta de tuerca a la gran noche. Y, sobre todo, tener más ideas.
Por ejemplo, una de las asignaturas pendientes de la Nit de l´Art ha sido siempre la oferta en la calle, que se ha circunscrito básicamente a la propuesta de Arte Visión y a alguna performance esporádica en la calle. En este punto, si lo que siempre han propugnado los galeristas es la idoneidad de subir el nivel en la calle, deberían ser ellos, los organizadores, los que plantearan un buen proyecto de intervenciones site specific en el espacio urbano, con abundante participación de artistas locales, muchas veces en minoría en el evento. ¿Cómo? Una idea para empezar: con el dinero de los conciertos que patrocina el Ayuntamiento de Palma. Sigo sin comprender la función de las actuaciones musicales durante la Nit de l´Art, máxime cuando se nos transmite a los periodistas "que dichos conciertos serán de una música que no distraerá a los ciudadanos de ver arte".
La solución para reconducir la Nit puede que también pase por cambiarle el nombre, Nit de l´Art des de l´art, o simplemente por matarla o crear un nuevo evento que sea bautizado como "Arranque de la temporada artística". No lo sé. Pienso que a la verbena sólo se la puede derribar con un batallón de propuestas artísticas de mucha calidad o incluso concienciando a la gente del debate "fiesta versus arte" a través de un proyecto artístico muy crítico -inteligente y mordaz- que en la próxima Nit de l´Art tome la calle y haga reflexionar a los ciudadanos sobre esas barras de bar puestas en la calle, esos vasos de plástico tirados en el suelo, esos selfies junto a un cuadrito... Esa banalidad... Ese titular de "el arte seduce a miles de personas", con el que nos damos la palmadita. Sólo las buenas ideas y aplicarlas a tiempo pueden cambiar las cosas. El cambio de formato de la Nit ha sido un primer paso.
