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Entrevista

Esperança Camps: "Sería una decepción bajar el presupuesto cultural, pero abres cajones y te asustas"

Esperança Camps (Ciutadella, 1964), en el Palma Arena. Manu Mielniezuk

-El Institut d'Estudis Baleàrics aglutinó el grueso de la política cultural del PP. ¿Qué funciones tendrá a partir de ahora?

-Será el organismo que tendrá que ayudar a los creadores de las islas a difundir y promocionar sus creaciones dentro del ámbito lingüístico catalán; es decir, tanto en el archipiélago como en Cataluña y el País Valencià. El Institut Ramon Llull nos servirá para salir al extranjero cuando convenga.

-El anterior IEB apoyó las artes plásticas. ¿Producirán exposiciones desde dicho organismo?

-En principio, no. Y lo matizaré: no se producirán muestras de autores vivos. Eso lo deben hacer los galeristas, museos, etc. Hay otro circuito para ello. El dinero público del IEB no ha de ser para eso, lo que no quiere decir que no haya una exposición concreta de alguna cuestión o autor relacionados con alguna conmemoración.

-El PP produjo bastantes de autores vivos.

-Sí. Y gastó mucho dinero. Nosotros no somos el PP. Tenemos claro que cada céntimo que gastemos es un dinero que proviene de los impuestos de los ciudadanos. Y eso es sagrado. Lo que hemos de procurar es que toda la gente que crea cultura pueda vivir de ella con dignidad y puedan hacer buenos productos exportables para el mercado interior y exterior; todo ello con el fin de que la cultura sea un motor económico para el archipiélago. Me imagino que cualquier productor y escritor lo que desearía es vivir de su trabajo y que probablemente querría algún día dejar de pedir subvenciones para poder exportarlo. Nosotros intentaremos hacer eso: ayudaremos a los artistas teniendo en cuenta siempre que el dinero es público y se ha de gastar bien.

-¿El PP malgastó ese dinero?

-[Levanta un hombro dejando la respuesta en la incertidumbre].

-¿Qué se han encontrado en los cajones?

-Lo que nos hemos encontrado no lo podemos decir todavía porque aún lo estamos cuantificando. La semana que viene informaremos. Es algo que se ha de explicar bien. No podemos dar un titular al tuntún sin poderlo demostrar. Nos hemos encontrado con cosas que no nos han gustado demasiado.

-Había una tendencia a itinerar exposiciones fuera sin hacer un seguimiento de los resultados obtenidos. ¿Van a acabar con el turismo y la foto de políticos?

-Intentaremos que eso no suceda.

-El director del IEB, Josep R. Cerdà, está especializado en artes escénicas. ¿Buscan a algún especialista en artes plásticas que tenga buenos contactos en el exterior para que esas exposiciones tengan resultados?

-El IEB depende de las direcciones generales de Política Lingüística y Cultura. Dentro de Cultura hay personal que sabe hacer eso. Contratar gente ahora no se puede. ¿Sabes cómo están los presupuestos de la CAIB? Antes de empezar a coger gente, hemos de especificar muy bien todo lo que nos hemos encontrado. Ahora viene la época de calcular el presupuesto de 2016.

-¿El de Cultura quedará igual?

-Ojalá. Será ajustado. Madrid no nos deja pasar nada del déficit y nuestra comunidad está infrafinanciada. Serán unos presupuestos muy duros. Para nosotros la Cultura es muy importante. Hemos de intentar mantener todo lo que podamos. Reivindicamos el papel fundamental de la cultura para el bienestar de las personas y como motor económico.

-Por sus palabras, llama la atención que el presupuesto pueda ser más bajo que con el PP.

-Los presupuestos aún no están cerrados. Me parece prematuro hablar de ellos. Haremos lo posible para que no sea así.

-Sería una decepción que la izquierda bajara el presupuesto, máxime después de una campaña electoral en la que se han llenado la boca de cultura.

-Sería una decepción también para nosotros. Lo que pasa es que, cuando empiezas a abrir cajones, te encuentras lo que te encuentras. Te llevas sustos. Y me parece que no es sólo en esta conselleria. La consellera de Administraciones Públicas y Hacienda en pleno agosto explicó algunos agujeros.

-¿Han dejado un agujero entonces?

-Han dejado...

-Varios agujeros.

-[Vuelve a levantar un hombro dejando la respuesta en la incertidumbre].

-Una parte del sector se quejó de la falta de convocatorias públicas para presentar proyectos. Sobre todo, en artes plásticas.

-Faltaba transparencia a la hora de contratar.

-¿Es cierto que se llegaron a pagar honorarios de 10.000 euros por comisariar una exposición?

-Sí. Y eso se ha acabado. Para ello hay una normativa clara que dice que no se pueden pasar según qué tipo de sueldos. Nos tenemos que estrechar el cinturón. Hemos recibido unos números que no nos permiten ciertas alegrías. Es nuestro deber moral hacer el máximo trabajo y llegar al máximo de gente haciendo un gasto mínimo. Sabemos que no nos podemos pasar del presupuesto que teníamos el año pasado. Y hay mucha gente que espera de nosotros un cambio de tendencia, de talante, y una política cultural diferente. Por tanto, creo que toca ser más responsables.

-¿Qué proyecto defiende para sa Llonja?

-Sinceramente, no lo sé. Aún no hemos tenido tiempo de pensar en estas cosas porque estamos mirando de tapar todos los agujeros que nos estamos encontrando. Estamos trabajando mucho el tema de la Simfònica. En estos meses estamos pensando el proyecto cultural que queremos para las islas, porque no todo ha de ser atender contingencias y urgencias.

-¿Tiene una mínima idea de lo que le gustaría para el edificio?

-Sa Llonja es un ámbito especial en el que se deben hacer cosas especiales. Veo exposiciones internacionales, singulares o alguna cosa pensada relacionada posiblemente con alguna conmemoración o temática específica.

-¿Cómo avanza la Fundación de la Simfònica?

-Hasta que el Consell no pague el dinero que debe, 240.000 euros, no podemos disolver el Consorcio. El conseller Miralles no se esperaba esa deuda. Por otra parte, la Fundación ya está en marcha. Ahora mismo estamos trabajando en el tema del gerente. Ya le hemos comunicado al anterior que no le renovamos. Tenemos hasta el 14 de septiembre, que es cuando le acaba el contrato a Marcelino Minaya."El IEB no va a producir exposiciones de autores vivos, eso lo deben hacer los galeristas o los museos"

-¿Ya tienen algún nombre?

-Cuando lo tengamos lo comunicaremos.

-¿Qué perfil buscan?

-Alguien con mucha experiencia en gestión, porque la oficina de la Simfònica es especial. También ha de tener conocimientos artísticos y contactos internacionales; aparte del catalán normativo, nos gustaría que hablara cuantas lenguas sean posibles y que tuviera una mínima sensibilidad en ciertas cuestiones. Porque una orquesta no es un artista, son 60 y pico artistas, cada uno con sus características. Es un organismo complejo. Y esto lo hemos vivido en primera persona cuando hemos llegado. Ha sido el primer marroncillo que nos hemos encontrado.

-¿Están contentos con el director Pablo Mielgo?

-Sí. Él está muy interesado en que la orquesta funcione. Tiene muchas ganas, está muy ilusionado y la lleva muy bien. Estuvo muy contento de que lo recibiéramos en la conselleria. Y yo me preguntaba, ¿cómo no vamos a recibir al director de la orquesta? Con el director general de Cultura, Jaume Gomila, fui a uno de los ensayos de la orquesta. Y los músicos también estuvieron muy contentos. Hacía once años que ningún conseller iba a un ensayo. Y dices, ¡cómo puede ser si es uno de los principales organismos que pertenecen a tu conselleria! Cosas que parecen tan normales no sucedían y supongo que esto fue lo que empezó a enrarecer el clima."En esta conselleria faltaba transparencia a la hora de contratar, y eso lo vamos a cambiar"

-El viernes por la tarde pone rumbo a Menorca y regresa el lunes a primera hora. ¿Se paga los viajes?

-Por supuesto. Tengo un cuñado que trabaja en un banco y me dice que compre todos los pasajes con tarjeta de crédito para que quede constancia de ello. Provengo de una familia humilde, en la que siempre nos lo hemos pagado todo. Nunca nadie nos ha regalado nada. Soy la primera licenciada en mi familia. Después de mí, han venido muchos primos, arquitectos y tal... Estamos acostumbrados a que el trabajo sea muy importante para ganarnos la vida. Los altos cargos del Govern que residimos fuera de Mallorca recibimos un plus que salió en el BOIB en 2014. Con ese dinero hemos de gestionar no sólo los pasajes sino también la residencia. Vivimos en pisos de alquiler. Yo hasta ahora he estado en un hotelito. Eso de aprovechar el fin de semana para decir que vas a trabajar, yo no lo voy a hacer. Yo me voy a Valencia y a Menorca por mi cuenta aunque allí me encuentre después con algún concejal porque él sabe que yo estoy ahí. Jamás aprovecharía un viaje absurdo de trabajo para quedarme. Sé que eso ha pasado.

-¿Despertará la Illes Balears Film Commission de su largo letargo?

-Hay una persona que está trabajando. Sin ir más lejos, día 21 de este mes presentamos en la sección Zabaltegi del Festival de Cine de San Sebastián la película de Fernando Colomo rodada en Menorca en parte con dinero de la Film Commission. Se aprovechará para dar una imagen de Balears como megaplató. El tema de los rodajes en las islas tiene el problema de los incentivos. Canarias ofrece el 38% de exención fiscal, una cifra que es imbatible. Nosotros hemos de ofrecer otra cosa porque no podemos conceder esas exenciones, pero tenemos toda una serie de hoteles que en época no estacional pueden servir. Además de las acciones que se están llevando a cabo para promocionar las islas como plató, tenemos en proyecto ayudar a los ayuntamientos a recibir rodajes. Cada consistorio hacía rellenar los papeles de manera diferente. Nosotros les vamos a sugerir un modelo de formulario."Hace poco acudí a un ensayo de la Simfònica; hacía once años que ningún conseller iba"

-Més per Menorca y Més per Mallorca son dos partidos diferentes. Estando la gran fuerza de la cultura en Mallorca y siendo el programa de Més per Mallorca muy ambicioso en Cultura, ¿a qué se debe que el área haya recaído en Menorca?

-No lo sé. No estaba en ese reparto. Pero no veo ningún problema. El programa de Més per Mallorca y el nuestro no son nada incompatibles. Trabajamos juntos. Yo tengo el programa cultural de Més per Mallorca encima de la mesa además del nuestro. Yo creo que no se distancian ni un 0,002%. Vamos a una. ¿Cuál crees que habría sido la conselleria buena para Menorca? Menorca es tan pequeña que... El conseller de Puertos y Aeropuertos es ibicenco. ¿Piensas que es adecuado cuando el aeropuerto más grande de las islas está en Palma? Mallorca siempre es la más grande de todas. Por esa regla de tres, todos los consellers deberían ser mallorquines.

-Por ejemplo, les podría haber tocado Agricultura/Ganadería, donde son fuertes.

-Pero Més per Mallorca tenía una persona muy buena, Vicenç Vidal.

-¿Més per Mallorca no tenía una persona muy buena para Cultura?

-No lo sé. Probablemente, sí. Pero por cuestiones de reparto ha quedado así. Los dos partidos somos Més y la base ideológica es la misma. Querer buscar diferencias es un trabajo absurdo que no lleva a ninguna parte. Vamos juntos.

-¿Qué proyectos culturales propios defiende?

-Muy personal, ninguno. Tengo claro, por ejemplo, que el mundo editorial en las islas está muy debilitado. Hemos de mirar de qué manera lo podemos ayudar. En Cataluña hay microeditoriales con uno o dos trabajadores que salen adelante. A veces se juntan varias, se confederan y hacen cosas conjuntas. Aquí la quiebra de Moll fue muy dramática y creo que tenemos que revertir la situación. No puede ser que en las islas las editoriales no funcionen porque hay muchos escritores baleares. Soy escritora y estoy hipersensibilizada con la cuestión. Estamos viendo cómo convocamos al sector editorial para ver de qué manera podemos jugar con ellos y los podemos ayudar. Y no sólo con subvenciones a las publicaciones; ha de haber otras maneras de hacerlo."En IB3 no han de salir sólo pescadores o cocineros, y cada vez que un conseller estornuda no es necesario emitirlo"

-¿Cuál es el problema más grave de IB3?

-Tiene una especie de defecto de nacimiento. En primer lugar, una televisión pública debe tener unos servicios informativos internalizados. Otro es la politización o el hecho de no cumplir el servicio público. Una televisión pública ha de dar voz a las minorías, a los más desfavorecidos, cohesionar un país como el nuestro, reforzar la lengua propia, etc. La programación de IB3 no ha de ser sólo sobre gente del mar o que caza y no ha de haber cocineros antes y después de cada informativo. Cada vez que un conseller estornuda no es necesario que salga por la tele. Por otra parte, hacer programas culturales con un poco de dinamismo no es tan caro. Aquí hay productoras magníficas que pueden hacerlo muy bien. La parrilla la han de pensar bien los profesionales, y se ha de acabar la práctica de dar programas a dedo. Todo será por concurrencia pública.

-Se habla mucho de TV de Mallorca como modelo. ¿Le gusta?

-Sí, lo que pasa es que era una tele más pequeña. Nosotros hablamos de un ente, de un medio del siglo XXI. Como televisión, me gustaba la tele española de Zapatero, de Fran Llorente y su gente. Posiblemente ahora ve la tele de manera tradicional un target de público mayor. Después hay un grupo de gente cada vez más amplio que la ve con el ordenador, tablets o el móvil. Pienso que hay que pensar en una plataforma multimedia, las descargas... Ahora mismo no veo ningún modelo de tele española que sea de mi agrado. Como modelo, me gusta la BBC, donde casi todo se hace por referéndum. Incluso se vota al director de informativos.

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