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La entrevista

Laura Pons: "No me gusta cómo viste la gente, hay demasiados seguidores de blogs de moda"

"Aunque tengo el ojo educado para absorber lo que veo por el mundo, Mallorca manda en todo"

Laura Pons con una de sus creaciones.

­­En un aparte con DIARIO de MALLORCA, durante sus vacaciones en el pueblo de Campanet, en una casa junto a los famosos molinos iluminados, Laura Pons va desgranado el secreto de su éxito y lo que está por venir. Hablar de su boda es inevitable.

-Ha sido la protagonista absoluta de la boda del año, hacía mucho tiempo que una novia mallorquina no generaba tanta expectación. ¿Se esperaba la enorme repercusión mediática que tuvo su enlace?

-Para mí sí ha sido la boda del año porque ha sido la mía. Me hizo una enorme ilusión, los preparativos, los invitados..Lo hicimos todo con mucha ilusión y como yo soy mallorquina y llevo muchos años sin vivir aquí y contando con que muchos invitados vendrían de fuera quería que se llevaran una gratísima impresión de la Mallorca real. Por eso quise que todo, desde la comida, las mantelerías y hasta el ball de bot que daba la bienvenida a los invitados fuera una buena representación de la mejor Mallorca. Quería hacerlo muy de Mallorca.

-¿Sabe que sorprendió mucho en alguien tan cool como usted el que eligiera elementos tan tradicionales?

-Me sorprende hasta a mí, que era la primera en rechazar lo evidente de nuestra cultura. Quizás porque al tenerlo más a mano no lo valoras. Quién me iba a decir a mí que las lenguas de mi cuarto de dormir en Madrid, que se fotografían en todas partes, serían una de mis telas icónicas. De repente te haces de tus raíces, de tus tradiciones, de lo que te ha acompañado en el crecimiento, en la vida.

-Usted es diseñadora. ¿Cómo diseñó su boda?

-Lo tenía muy claro. Quería que fuera Mallorca y le dije al decorador, Andrés Cortés, un colombiano famosísimo y con mucho prestigio en todo el mundo, le di las claves de lo que quería, greixoneras, llengües mallorquines, que no tenía ni idea de lo que eran, limones, naranjas, granadas y flores silvestres. Con esto se arregló, con la esencia de Mallorca. Lo cierto es que los invitados, que eran muchos y de muchos países del mundo, se quedaron extasiados. Ahora ven Mallorca de otra manera. A veces se desvirtúa Mallorca desde lo más simple, a la gente de fuera les cuesta captar nuestra esencia y es responsabilidad de los que somos de aquí hacérsela entender para que la amen.

-¿Cómo ve la Mallorca de hoy?

-Con cierta nostalgia. Es verdad que se ha desvirtuado mucho desde que era pequeña y veraneaba en la Colonia de Sant Jordi. Gracias a Dios hay mucho turismo, y eso a todos los mallorquines, aunque sabemos que es bueno, nos choca. ¡Comemos de eso y a veces lo odiamos, pero es que somos así de raros!

-¿Mallorca influye en sus colecciones, en los objetos que diseña?

-Muchísimo, una barbaridad. Aunque tengo el ojo educado para absorber todo lo que veo y siento cuando viajo por el mundo es Mallorca la que está mandando en estos momentos.

-Se casó con Fran Gordillo, alguien muy especial…¿La entiende?

-Es alguien muy especial que ha vivido una vida extraordinaria. Es hijo del gran Paco Gordillo, un maestro y representante de artistas en España único. Dese cuenta que le acostaba Gloria Fuertes contándole cuentos. Él sí que ha vivido la esencia del arte en España, de todos los grandes, de Raphael, que es su padrino de bautizo, Rocío Jurado, Marisol, gente que ya no queda y es con la que el vivía habitualmente. Con once años lo mandaron interno a Le Rosai porque aquí vivía en un folclore constante. Así que le mandaron a Suiza que es lo mejor que podían hacer, pero no hay duda de que haber vivido todo este mundo le ha enriquecido muchísimo.

­-¿Tiene algo de creativo Fran Gordillo?

-Me lo pregunta porque es financiero. Él sí tiene una parte artística que los financieros no suelen tener, porque son muy de números. El plantea sus negocios de una manera muy distinta a como pueden hacerlo los tradicionales y seguramente ha influido en mi carrera como diseñadora en más de un sentido.

-¿Deme un ejemplo que sirva para otros mallorquines que quieran seguir sus pasos?

-Fíjese, cuando le conocí le dije que tenía una idea, pero en el fondo soy un poco floja y le daba vueltas y más vueltas. Le conté que tenía ganas de hacer unos bolsos con unas telas especiales y mis iniciales bordadas y me pregunto: “¿a qué esperas? Arranca ya”. Y arranqué. Hoy estos bolsos han sido y son uno de mis grandes éxitos. Yo tenía más mentalidad de empleada que de empresaria. En gran parte gracias a su iniciativa estamos donde estamos.

-Muy alto ya…

-Bueno..No me puedo quejar, soy un objeto de capricho que funciona muy bien ya aunque hay que seguir mejorando, abriendo muchos puntos de venta. Que en dos años que llevo en el mercado que la gente reconozca un bolso mío para mí ya es un triunfo, un orgullo. Gracias a Dios vendo mucho. Lo gracioso es que al principio me daba hasta vergüenza cobrarlos, era rarísimo.

-¿Cómo definiría su trabajo, cómo es Laura Pons diseñadora?¿No se sorprende viéndose posando para Hola, Vanity Fair y para todas las cabeceras más importantes de España?

-Tengo una enorme sensibilidad y eso me ayuda mucho pero necesito a alguien que me lleve adelante. Soy desordenada y metódica al mismo tiempo. Estudie empresariales. Con 23 años estuve trabajando con Antonio Miró y era su mano derecha, aunque relativamente porque era muy joven. Seguramente el vio en mí un buen material. Aprendí enormemente al lado de este gran maestro. Yo observo, aprendo. Soy un escáner, de siempre. E inquieta. Después de Miró me marché cinco meses locos a Australia. Regresé y comencé a trabajar con Carmen March. Con ella me fui a Madrid, de becaria y sin cobrar. Aprendí mucho a su lado, la adoro, es una crack. Después me llamaron para trabajar para Calzados Mari Paz, vivía en Sevilla y viajaba por el mundo en busca de las tendencias.

-¿Qué es una buscadora de tendencias de moda?

-Patearse todas las ferias, un horror. Agotador. Es ver lo que se llevará. Hay mucho de intuición aunque hay tendencias muy claras que se ven a la primera y no hay tu tía. Hay moda si duda, la comercial , la de creación y otra parte muy curiosa que es la de la pronto moda. Sucede que sale Kate Moss en una foto con un zapato determinado y de repente todo el mundo lo quiere y tú no lo tienes en la colección, y hay que hacerlo inmediatamente. La moda es satisfacer los deseos de la gente.

-¿Vivimos un tiempo de modas o de usos?

-No me gusta cómo se viste la gente en los últimos años, se crean unos looks diferentes pero muy iguales. Tiene mucho que ver el hecho de que haya tantos seguidores de blogs de moda. Han dejado de ser ellos mismos, sin ver lo que les favorece, que es saber vestir bien. Hay poca gente con personalidad a la hora de vestir. Ya no puedo ver a más gente con sombrerito y short. La moda se ha desvirtuado.

-¿Qué le hizo elegir ese vestido, tan especial, para su boda en San Nicolás de Palma?

-Lo tenía clarísimo. Camisero, maga larga y perlas. Los diseñadores Alvarno lo entendieron rápido. El tocado de Tolentino inspirado en el Guggenheim de Nueva York fue una sorpresa de ellos. Cuando me vi en Hola en ese artículo tan bonito flipé. A mí me encanta, qué quiere que le diga, ¿que me da igual? pues no, todos tenemos nuestro ego y a mí la prensa me ha tratado siempre muy bien. Reconozco que a veces me viene un poco grande y es lo lógico, si no sería una imbécil. Jamás imaginé que mi vida sería como está siendo, que Raphael , Natalia Figueroa y sus hijos sean mi familia me entusiasma, pero lo vivo súper normal. Soy mallorquina y a nosotros en el fondo todo eso nos da un poco igual.

-¿Cómo lleva eso de ser un it girl, un icono de moda con muchísimas seguidoras?

-Quizás el secreto de mi éxito es que soy yo misma. Hay gente que me ve extraterrestre, que les gusta como visto. Yo no noto que tenga una personalidad especial porque soy yo. Sí entiendo que pueda ser un poco rara para otros. De hecho mi traje de novia sobresaltó a muchos y en cambio era yo cien por cien. Hay que ser tú en todos los momentos de tu vida aunque a veces que hay que interpretarse un poco más.

-¿Hacia dónde va con su marca?

-Estamos abriendo mercado. Miami, Turquía, Londres son mis próximos destinos. En Palma quiero vender en Rialto Living, es mi meta. Amplío producto, no será una colección de ropa pero si una casaca que llamará la atención. Prendas que suban el look más simple, es lo que hago, es el remate.

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