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Patrimonio

Na Galera, amor por la historia

El yacimiento púnico del islote situado a 175 metros de Can Pastilla también estuvo ocupado por los romanos

El Mediterráneo alberga en sus aguas infinidades de tesoros en forma de islote: Cabrera, Sa Dragonera... Pero también hay peñones menos conocidos que esconden grandes historias. Es el caso de Na Galera, situada a 175 metros de la costa de Can Pastilla. Esta ínsula acoge un yacimiento púnico del siglo III a.C.

Un grupo de amantes de la historia liderado por Jorge Argüello y Ramón Martín decidió en 2012 adentrarse en la isla. Gracias a ello, descubrieron que entre el año 300 y el 240 a.C se alzó en él una construcción fenicia. En un primer momento, los voluntarios pensaron que usaban la isleta como un centro de transacciones comerciales entre los habitantes de Ebusus (Eivissa) y los de Na Guardis (Colònia de Sant Jordi). Pero, finalmente, gracias al hallazgo el año pasado en el pozo funerario "único en la cuenca mediterránea", según Argüello, de una urna con un cuerpo incinerado dedujeron que se trataba de un edificio de culto.

Tres años excavando y por ahora no parece que tengan intención de dejarlo. Hace poco encontraron dentro de una cisterna un esqueleto, 2.000 piezas de cerámica y muchos huesos de aves. Cuando tengan capacidad económica realizarán una prueba de carbono-14 para conocer la época del cuerpo humano. "Cada uno de estos estudio cuesta entre 400 y 600 ?", informa el codirector del equipo.

Asimismo, en los últimos meses han descubierto un torreón del periodo en que la isla estaba habitada por los baleáricos. Los excavadores confirman que se trata "de la primera vez" que se ven en Mallorca símbolos de defensa del pueblo contra los romanos.

La pericia de los autóctonos fue eficaz en dos ocasiones gracias a la fuerza de los honderos que hundían los barcos del Imperio Romano. Pero, ya lo dicen, a la tercera va la vencida y así fue. Los itálicos cubrieron los navíos con piel de vaca y de esta manera lograron que las piedras no los dañaran.

A pesar de ello, la impronta latina desapareció del peñón a partir del siglo I d.C. Desde ese momento, no se aprecian signos que hagan pensar que hubo otras civilizaciones ocupándola. Ya que tan solo se encuentran fragmentos de otras eras como la árabe pero "de manera aislada".

"La importancia de este yacimiento está en que tiene estructuras monumentales en un punto alejado de Eivissa y de los centros de poder fenicios", apostilla Argüello. El historiador considera que este asentamiento podría estar ubicado "perfectamente en Cartago".

Falta de financiación

El Consell de Mallorca les otorga una subvención de 12.000 ? anuales para poder continuar con el proyecto. "Este dinero se nos va prácticamente detrás de la gasolina de la barca y su amarre en el puerto de Can Pastilla", ratifica. El codirector de la expedición comenta que el nuevo Ayuntamiento está buscando ayudas europeas para poder mantener la indagación de la ínsula que hace unos meses la propusieron para ser declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

Los voluntarios no pudieron llegar hasta el asentamiento durante unos meses porque se rompió el motor de la lancha y no tenían dinero para comprar otro. Además, cuando hay mala mar las tareas se ven atrasadas ya que no pueden acceder de ninguna forma al islote. "A veces hemos tenido que dar la vuelta porque para bajar de la barca nos tenemos que mojar hasta la cabeza", explica mientras él y Martín hacen el recorrido habitual para llegar a Na Galera.

En la actualidad, el equipo de arqueólogos está buscando la manera de conseguir que el yacimiento "sea autosostenible", según esclarece Argüello. "Nuestra intención es dinamizar la zona y crear un Centro de Interpretación", manifiesta. El emplazamiento de este depende de Cort pero les gustaría que fuera una casa de Es Carnatge o algún local de los hoteles de la zona.

Asimismo, esperan que el Consistorio les ceda un espacio en el que poder desarrollar el trabajo sin problemas. "Las cosas se llevan a casa de los voluntarios y es una tarea difícil". "Las 2.000 piezas las tenemos que extender en una mesa larga y nos es imposible ya que no tenemos un sitio para ello", recalca.

El proyecto no se queda aquí ya que en un futuro les gustaría organizar jornadas para todos los turistas que quieran excavar. De igual manera, se plantean la organización de excursiones por los monumentos cercanos.

Una aventura que empezó en 2012 y que conlleva un trabajo duro. Hay días que tienen 12 voluntarios y otros tan solo son tres. "Normalmente venimos los fines de semana o por las tardes. Cuando tenemos tiempo libre", exterioriza Argüelles. El amor por la historia es lo que hace que estos hombres lleguen a Na Galera con la ilusión de encontrar un nuevo hallazgo.

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