Marineland está de celebración. Dos nuevos compañeros se suman al gran número de animales que habitan en el parque: una pareja de crías de guacamayos arlequines. Su nacimiento se produce dentro del programa de reproducción de aves que el zoo marino viene desarrollando desde hace unos meses. "Estamos muy orgullosos de este nacimiento, nos preocupamos mucho por la conservación de los animales", cuenta Rafael Abraham, director del centro. Y es que Marineland ya cuenta con más de 150 aves exóticas procedentes de diferentes partes del mundo. Las dos crías de guacamayo próximamente estarán disponibles para aparecer ante los ojos y cámaras de los visitantes.
El parque, situado en Costa de´n Blanes y a escasos metros del mar, constituye una atracción turística sin igual que ofrece siete espectáculos diarios de aves exóticas, leones marinos y delfines. Según la entidad, gracias a la exhibición de estos últimos y al trabajo diario de los entrenadores, el zoo fue galardonado a principios de los noventa con el premio a la mejor exhibición de delfines del mundo por la Asociación Internacional de Entrenadores de Animales Marinos (IMATA). Blue, Estel, Blava, Sacha y Mateo, todos nacidos en cautividad, forman parte del equipo de cetáceos que saltan y bailan al ritmo de la música en Marineland, que cada año recibe la visita de aproximadamente 250.000 personas. En la entrada, el saludo está asegurado: la cacatúa Óscar, de 65 años de edad, alardea con sus plumas de ser el animal más longevo del zoo.
Cuidado diario
Los jefes de los cuidadores y entrenadores de delfines y aves exóticas, Javier Gutiérrez y José Ángel Mendoza respectivamente, amanecen con una rutina similar: cada mañana a las 8.30 horas se encargan de los primeros cuidados de los animales y las primeras comidas, a las que llaman "tomas". Ambos cuentan con el título académico de Bachillerato y numerosos cursos que avalan su profesionalidad. "Somos amantes de los animales, la calidad de vida que les ofrecemos aquí es incluso mejor que si vivieran en estado salvaje", afirma José Ángel Mendoza. "Estamos cada día con ellos y eso hace que les cojas cariño muy fácilmente". Para cerciorarse de que los cetáceos nadan en condiciones óptimas, Marineland asegura llevar a cabo un exhaustivo examen del agua, asegurando así su calidad.
El parque ya ha acogido en total 350 tortugas, así como unas cinco iguanas y algunos guacamayos. "También llevamos a cabo un proyecto con el Govern y la Conselleria de Medio Ambiente para la cría en cautividad del Ferreret", apunta Abraham.
El zoo marino, que permanece abierto desde abril hasta octubre, también cuenta con una Casa Tropical, un acuario y un aviario donde residen desde serpientes, tiburones y pirañas hasta pájaros cantarines de todos los colores.
