Todo comenzó como una broma, un perfil "de coña" en 2012. El enfermero de 32 años Héctor Castiñeira creó por aquel entonces un perfil en Twitter llamado Enfermera Saturada. Pronto sus seguidores comenzaron a llamarla "Satu" sin saber quién había detrás. Ahora, Satu cuenta con 63.000 seguidores en Facebook y 51.000 en Twitter. Hace escasos meses salió de su anonimato y detrás descubrimos a un chico joven que, sin dejar atrás la profesionalidad, supo aprovechar los 140 carácteres de Twitter para compartir con humor todas las situaciones singulares y en ocasiones ridículas de su trabajo.
-Para los que aún no le conocen, ¿cuándo, dónde y por qué empieza a publicar como Enfermera Saturada?
-El personaje nace en 2012, cuando descubro Twitter. Por el tipo de red social que es, con frases cortas, y el tipo de humor que se hace, pensé que podría ser el medio más adecuado para que yo contara mi día a día en el hospital. Ya tenía unos años de rodaje en la profesión.
-¿Y por qué una mujer?
-En Enfermería el 80% son mujeres, pensé que tal vez la gente se iba a identificar más si la enfermera era una mujer.
-Le acabaron llamando Satu.
-Sí, le puse Enfermera Saturada por las condiciones laborales - cada vez hay menos personal trabajando - y por los recortes en sanidad.
-Y todo fue creciendo, ahora tiene más de 50.000 seguidores en Twitter y 63.000 en Facebook.
-La verdad es que se me fue de las manos. Lo que empezó como un perfil "de coña" y para hablar de noticias de la profesión acabó así. Hay cuentas de enfermería en España pero a la gente le enganchó yo creo por la parte de humor.
-¿Cuándo deja de ser anónima Satu? Hasta hace tres meses aún no se sabía públicamente quién era.
-En la Feria del Libro de Madrid, en mayo, decido salir del anonimato porque es complicado. En el hospital donde trabajo no lo sabía nadie. Quiero poder disfrutar de esto y hablar con los lectores para poder firmar libros."La enfermería es una profesión muy bonita. Al final trabajas con lo mejor y lo peor que tiene la vida"
-¿Ha cambiado la relación con sus compañeros ahora que saben que es usted?
-No, y de hecho era una cosa a la que le tenía miedo. Soy eventual, estoy con contratos de sustitución, y pensé que tal vez me podría afectar negativamente en el trabajo, pero he tenido mucha suerte y todo sigue igual.
-¿Sin pullas por parte del jefe?
-Nada nada (risas), aunque le he firmado el libro a algún compañero que lo compró.
-Comienza a contar sus historias en un blog y a finales de 2014 decide escribir un libro, 'La Vida es Suero', pero ninguna editorial le dice que sí.
-Sí, en el blog escribía mis historias y a la gente le gustaban. Me decían que escribiera un libro y decidí enviarle la propuesta a unas cuantas editoriales. La mayor parte no contestaron y otras me lo rechazaron por no ser un autor conocido, aunque ya tuviera 30.000 seguidores en Twitter.
-¿Y decide autopublicar su libro en internet?
-La única opción que me quedó fue autopublicarlo en Amazon, ellos lo hacen bajo demanda. Libro que se compra, libro que imprimen. Vendí 9.000 ejemplares en cuatro meses y a raíz de eso las editoriales me llamaron.
-Ah, ahora sí.
-(Risas) claro, ahora sí.
-¿Qué tal el turno de noche?
-Es el peor de todos. Hay una parte buena, y es que no hay supervisora, no tienes a nadie que te moleste y eres más libre. Además puedo tuitear. Entre las cuatro y las diez de la mañana el trabajo disminuye y aprovecho para escribir ideas que voy teniendo durante el día.
-¿Alguna experiencia rara o anécdota del trabajo?
-Recuerdo una noche en la que aún no habían empezado las cenas pero empezó a oler mucho a sopa. Resulta que la acompañante de un enfermo se estaba preparando una sopa de sobre con un camping-gas (risas), al lado de su marido, que estaba con oxígeno. No es muy seguro eso. Por suerte no saltó la alarma de incendios.
-Menuda anécdota. ¿Y ahora tiene un segundo libro en camino?
-Sí, ya está listo y entregado a la editora. En octubre sale, se llama El Tiempo Entre Suturas, con la editorial Plaza&Janés, con los que edité La Vida es Suero después de pasar por Amazon.
-¿Se lo pasa bien en el trabajo?
-La enfermería es una profesión muy bonita. Al final trabajas con lo mejor y con lo peor de la vida. Yo procuro hacer humor con las cosas cotidianas del hospital porque es la mejor forma de llevarlo.
-Pasó sus vacaciones en Mallorca. ¿Qué tal la isla?
-Voy a Mallorca desde hace años, todos los veranos cuando puedo. He pasado también por Son Espases, donde tengo algunos seguidores habituales (risas).
