El fenómeno fan es único. Y Pablo Alborán tiene tanta fuerza que sus seguidoras se entregan en cuerpo y alma a la causa. Para ellas, el de ayer no fue un simple concierto. Es verdad que el del malagueño, que colgó hace semanas el cartel de ´entradas agotadas´, es el espectáculo del verano, pero sus seguidoras llevan desde Navidades (cuando salieron a la venta las entradas) esperando la fecha del 22 de agosto.

Hace dos años que el artista no pisa la isla y hasta que ayer por la noche no saltó al ruedo, sus seguidoras estuvieron en tensión. Cuatro horas antes del inicio del montaje, los espectadores ya custodiaban el Coliseo Balear. La cola daba la vuelta a la manzana de la plaza. Abanicos, agua, bocadillos y el móvil fueron los utensilios más demandados para pasar las largas horas de espera. Se abrieron tres puertas para facilitar la entrada de las 9.000 almas que anoche enloquecieron con Pablo Alborán. Sandra Rodríguez y su grupo de fans acamparon en la entrada del recinto el domingo por la noche. Una semana de guardias diurnas y nocturnas para poder estar en primera fila. Dos horas antes de abrirse las puertas del recinto, Sandra ya estaba en posición de salida para correr enloquecida a buscar el mejor sitio para deleitarse con la actuación de su ídolo. Para cruzar una mirada con el cantante y degustar sus gestos, el sacrificio ha valido la pena. Pero el fenómeno Pablo Alborán traspasa los corazones de las fans e, incluso, seduce a los novios de sus seguidoras. Al lado de Sandra Rodríguez aguardaba Manuel Vargas, que esta semana también ha entrado en el turno de guardias. ¿Y por qué? "Por amor a Sandra", sentencia rotundo. Es lo que tiene Pablo Alborán.

Crisia Gándara también logró estar en primera fila, pero ella ya es una experta en esta gira Terral. "Estuve en Málaga en el doble que hizo en junio, ahora vengo de Eivissa y en septiembre lo veré en Sevilla", repasa como si de trofeos se tratara. "Pablo Alborán me transmite su pasión cuando canta", justifica.

Pero no solo es disfrutar del concierto. Llevan meses esperando el gran día y por ello han preparado un montón de detalles para entregarse al malagueño. Lo tienen todo calculado. Confeti, globos, pancartas, carteles, corazones y pulseras que brillan en la oscuridad... todo ello con el único objetivo de brillar y hacer más especial el concierto del malagueño en Mallorca.

Pablo Alborán no solo conquista a las adolescentes. Gente de todas las edades se rindieron al malagueño. Madres, hijas pequeñas y no tan pequeñas, solteras, casadas, maridos, hermanos y muchos novios aguardaron las largas horas de cola para saltar al ruedo y ver a uno de los artistas del momento en directo. En otra de las entradas, aguardaba (también en primera fila) Sofía Sánchez,madre de Noeli y Sergio. Confiesa que de joven hacía las mismas locuras para estar cerca de sus ídolos. "Lo viven con mucha intensidad", remarca.

Y el fenómeno Pablo Alborán fan no solo encandila a las adolescentes. Las más pequeñas mostraron ayer su amor por el malagueño.

Ataviadas con una camiseta blanca pintada para la ocasión y con la cara y los brazos llenos de corazones y de letras ´P´, Paula López, Nerea Sancho e Irene Montosa de nueve y diez años, amenizaban la espera fotografiándose junto a su pancarta diseñada con mucho amor y el cartel que anunciaba el concierto. ¿La conclusión? Antes de que abrieran las puertas del recinto, el sentimiento era unánime entre las seguidoras: la tensión y los nervios estaban a flor de piel. La expectación se transformó en locura al ver a su querido Alborán.