En el año 1977 todo parecía posible para aquellos jóvenes que tuvieran una idea. Aunque en un principio el viento soplara en contra, Salvador Sánchez y sus compañeros, entre los que se encontraban Miguel Àngel Mulet y Gabriel Pieras, quisieron dedicar un más que sentido homenaje a las guardianas del cielo y al espacio en su inabarcable totalidad: la creación de un Observatorio Astronómico. Lo que empezó siendo una idea "loca", según cuenta el director de la entidad, Salvador Sánchez, es ahora un planetario situado en Costitx que ostenta el récord europeo en lo que a descubrimientos de asteroides se refiere. Desde su fundación ya suman 7.000.
El Observatorio, conocido en Mallorca por su labor divulgativa y de investigación, es famoso entre los más pequeños por la noche de la lluvia de meteoros de agosto, las llamadas Perseidas. Este año ha sido el primero en el que la entidad ha abierto tres noches seguidas para que los asistentes no se quedaran sin la explicación del fenómeno. Además de este gesto, la organización llevará a cabo durante todo 2016 actividades constantes para conmemorar esta efeméride.
Comienzos sin tropiezos
"En 1988 presentamos el proyecto, del que financiamos todo el equipamiento y en 1991 inauguramos el observatorio", cuenta Salvador mientras pasea por las instalaciones. Mallorca, según unos informes presentados por el científico Ramon Compte i Porta a Sánchez, "era muy mal sitio para abrir un Observatorio", pero esta declaración no fue suficiente para apagar las ganas de despegar del equipo de Salvador. "Para que un observatorio funcione es necesario que se establezca como mínimo a 1.500 metros del suelo. El nuestro tan solo se encuentra a 120 metros", ríe divertido Sánchez. "Ahora somos los primeros en Europa en cuanto a descubrimientos de asteroides, y eso es todo un orgullo". El Pla de Mallorca acabó siendo el lugar idóneo. "Aquí el aire por las noches está muy quieto. Eso permite darle muchos aumentos al telescopio. La estabilidad del aire permite captar muy buenas imágenes".
Este año, con la entrada del nuevo gobierno de Francina Armengol, el Observatorio espera que la Fundación Observatorio Astronómico de Mallorca sea una realidad impulsada por el Consell, objetivo que persiguen desde hace años y que en principio se llevará a cabo en esta legislatura.
Todo por el público
Con la mirada puesta no solo en el cielo, sino también en la Tierra, el planetario no ha querido perder nunca de vista al público que le visita. "Este año hemos puesto en marcha un curso de introducción a la astrofísica con el Doctor Alberto Rebassa como director, además de otras actividades". El curso ya está completo, pero pretenden poner más cursos en marcha en función del éxito de las actividades.
Los colegios podrán visitar las instalaciones de manera gratuita gracias al Programa Jafuda Cresques, en honor al colegio palmesano. Solo se pedirá una "aportación voluntaria". Para los amantes de la luna, en la actividad mensual titulada De la Tierra a la Luna se mostrarán los trozos del satélite que se han localizado en la Tierra y los trozos del globo terráqueo que se encuentran en la luna. De todas formas, las instalaciones del observatorio se pueden visitar todos los días entre semana, siempre con previa reserva para agilizar y organizar las visitas. Se pide enviar un correo a la dirección oamreservas@gmail.com.
Lo que fascina a aquellos que acuden a las instalaciones por primera vez (y que seguramente desconocen los más asiduos) es que cada línea y construcción del observatorio tiene una historia. "Esto es un Estelarium", explica Sánchez señalando una pared marrón colocada en el patio. "Tiene un agujero por el que, en un determinado momento del año, pasa el sol. En el solsticio de verano, la luz solar pasará por este agujero y se reflejará en el suelo", explica. Según la sombra del sol, que dibuja una línea en la pared del Estelariums, se puede saber la estación del año en la que se está. Las explicaciones teóricas pueden dirigirse tanto a niños y jóvenes como a adultos y expertos, pero cuando se trata de usuarios inexpertos "primero intentamos que la información entre por la vista. Después, si se quiere, ya podemos pasar a los números y a los tecnicismos", comenta el director. Caminando sobre una línea de baldosas que justamente se encuentra encima de un meridiano, Salvador Sánchez comenta orgulloso el descubrimiento del Duende, el asteroide que cuenta con el récord de aproximación a la Tierra, a unos 27.000 kilómetros de distancia. El descubrimiento fue mallorquín y es uno de sus principales hitos.
En este sentido, existen varias clasificaciones según la peligrosidad de los asteroides. "Para que un asteroide sea considerado potencialmente peligroso tiene que medir unos 100 metros de diámetro, y por ello su velocidad de entrada a la atmosfera sería muy, muy alta", puntualiza Sánchez. "Esto es lo que explico a las visitas cuando vienen a ver las instalaciones. Los asteroides peligrosos podrían destruir desde 1000 a 2000 kilómetros cuadrados y solo hay dos formas de librarse de ellos, destruyéndolos o desviándolos". Por suerte, el Duende no llegó a impactar contra el globo terráqueo y no se tuvo que llevar a cabo ninguna de las dos opciones. "Cuanto antes se descubra un asteroide así, mejor. Lo idóneo es tener conocimiento de ellos unos meses o años antes de la fecha calculada del impacto sobre la Tierra". El asteroide Duende "marcó un antes y un después en nuestra historia", sentencia Sánchez, "y aunque no era de los más grandes podría haber destruido un territorio del tamaño de Mallorca".
El director recuerda sus comienzos con cariño. Ahora las instalaciones cuentan con 15 telescopios de divulgación para las actividades con el público, y 6 telescopios dedicados a la investigación, que cuentan con una cámara incorporada. Cuando empezaron solo tenían tres telescopios, una cámara CCD (dispositivo de carga acoplada) "y un ordenador con Windows 3.11", cuenta entre risas.
La ciencia en España
En opinión del director, la ciencia en España "se encuentra vapuleada y mal parada, no es un área a la que se le dedique mucho interés". "No te sientes arropado por el país cuando realizas un descubrimiento", lamenta.
Hasta tres veces interrumpen al investigador mientras cuenta la historia de los escalones que ha tenido que subir para llegar a donde está. Se acercan personas curiosas al observatorio preguntando si está abierto. "Lo tenemos todo completo hasta la semana que viene", contesta amablemente. Mientras tanto, estrellas y asteroides lo observan escondidos tras la luz solar.
