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¿Qué conocen los turistas de la Catedral?

La Seu es uno de los edificios más emblemáticos de Mallorca y que más visitas recibe pero poco o nada conocen aquellos que suben la escalinata o bajan desde la Plaza de Cort para entrar en la basílica

¿Qué conocen los turistas de la Catedral?

En verano Palma recibe la visita de miles de cruceristas y turistas que llegan a la isla para disfrutar de sus playas y sus monumentos históricos. Uno de los edificios que más llama la atención es la Catedral. Pasear durante el estío por los alrededores de la basílica de Santa María, que se empezó a construir en 1229, significa trasladarse, por instantes, a una ciudad multicultural.

Los visitantes van con la cámara réflex en el cuello o en la mano, móvil preparado para tomar una instantánea o el palo selfie extendido para realizarse un autorretrato con la Catedral de fondo. La gente no conoce muchos detalles sobre la Seu, pero si te paras un instante a escuchar aquello que dicen, todo son palabras fantásticas. "¡Qué bonita!" o "¡Es preciosa!" son solo alguno de los comentarios que se escuchan.

La Seu es un edificio que protege el Parc de la Mar. Cuando los turistas que pasean por la zona de Ses Voltes o del Baluard del Príncep alzan la cabeza, ven el templo. Si suben la escalinata que lleva hasta sus pies y se asoman por el mirador las vistas mejoran ya que se observa el Parc, la Bahía de Palma y de lejos se ve otro de los puntos calientes de Ciutat, el Castell de Bellver.

Interés histórico

Mallorca es el destino turístico más solicitado de este verano. La pereza no existe cuando se trata de subirse a un avión para disfrutar de la isla. Un ejemplo es Maria, que proviene de Dinamarca. La danesa está encantada con la Catedral ya que a pesar de no conocer nada sobre ella le parece bonita. "Es enorme y realmente preciosa", asegura entre risas mientras se encuentra cerca de la puerta de entrada al Museo junto a sus padres. Hay quienes pegan un salto por el Canal de la Mancha y el Mar Mediterráneo. Esta es Lyn del Reino Unido, quien desconocía los detalles del templo pero le ha parecido "estupendo".

En julio pasaron por el Port de Palma un total de 70 cruceros y en agosto siguen llegando barcos. Una de estos cruceristas es Kate, que proviene de Irlanda. La joven no tiene ni idea de la historia que esconde la iglesia construida sobre la antigua mezquita de Madina Mayurqa. Pero ha desembarcado del navío porque desde el barco veía la Seu y le ha llamado la atención.

No solo visitan La Seu turistas extranjeros. Los españoles también se acercan. Jorge viene de Bilbao y es un ejemplo de ello. El bilbaíno estuvo viviendo hace unos años en Mallorca pero "nunca he visitado la Catedral". A pesar de no conocer gran cosa sobre ella, sabe que es de estilo gótico. Jorge confiesa que la iglesia es más espectacular desde el Paseo Marítimo que desde los pies del santuario. Además, recalca que "es lo primero que ves cuando vienes del aeropuerto".

La Seu tiene en su interior obras de artistas reputados como Antoni Gaudí o Miquel Barceló. La aportación de Barceló a La Seu, la capilla del Santísimo, se abrió al público en febrero de 2007. Desde la gestación del proyecto el trabajo no ha sido ajeno a la polémica. La controversia ha cruzado el Mediterráneo y llegó a oídos de una turista de Lleida. Esta asegura que ha estado informada sobre la controversia y las opiniones que han ido apareciendo. "Me ha gustado mucho", resalta mientras explica que hace 35 años que visitó el templo.

Sevilla es una ciudad que tiene la Giralda pero la Catedral de Palma no tiene nada que envidiar al antiguo alminar de la mezquita de la ciudad. Alicia viene de la capital hispalense y no conoce nada de la Catedral y está en la cola para adquirir el tiquet de entrada. "Desde fuera es espectacular", comenta sobre el templo.

Sin duda, otro de los reclamos del monumento histórico son las vidrieras. Pedro y Roxana vienen de Lorca y ambos coinciden en que "es muy bonita". Para Pedro lo más impactante es ver la luz que entra por la vidriera, "es algo muy impresionante". No es para menos, la luz atraviesa los más de 1.200 vidrios de colores que forman uno de los rosetones góticos más grandes de Europa.

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