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Entrevista

Hans Erik Deckert: "La música puede transformar a la gente, la puede inspirar"

Hans Erik Deckert, ayer en el Casal Son Tugores.

Lleva 80 años prendado de la música del violonchello. Aprendió cuando era un niño de ocho años. Primero fue violonchelista pero con el paso del tiempo prefirió ser profesor porque "lo que realmente me gustaba era enseñar a los estudiantes a que ellos fueran sus propios profesores". Lleva 70 años como profesor y, asimismo, confiesa que "cada día se da cuenta de que está empezando de nuevo". A sus 88 años, Hans Erik Deckert (Hamburgo, 1927) dirige la formación Cellifamily, fundada en 2006 y únicamente compuesta por violonchelistas, entre sus integrantes, destacan Daniel, Barbara y Emanuel Graf (padre, madre e hijo) que empezaron con el maestro en los primeros pasos de esta orquesta integrada por este instrumento de cuerda. Los 12 chelistas debutarán hoy a las 21.30 horas en el Auditòrium de Palma con un concierto basado en piezas de Bach, Mozart, Wagner o Stevenson, un programa que dejará fascinados a los melómanos a lo largo de una hora de recital. "La melodía del violonchelo es un sentimiento muy profundo y una forma de hacer música", sentencia. "No puedo explicar exactamente qué es la música, solo la puedo sentir. Realmente, la música es lo que pasa entre las notas. Es como el lenguaje. A veces sin pronunciar una palabra, la gente entiende lo que uno quiere decir. La música debe sentirse", razona.

¿Y por qué una banda únicamente integrada de violonchelos? La respuesta es fácil, remarca. "El violonchelo es uno de los instrumentos más privilegiados porque representa el hombre y la mujer". "El chelo tiene todas las tonalidades que puede lograr una voz, desde soprano hasta el bajo. En un solo instrumento, tienes representadas todas las voces. Por ello, es posible crear un grupo solo de violonchelistas debido a la a gran escala de tonos que logra este instrumento.

Avanza que el concierto arrancará con la Sonata per viola da Gamba de Bach. "Cada nota de Bach es como el paraíso. Cuando escucho este compositor, recuerdo la frase de Goethe: las notas de Bach son como sentir el paraíso". Además, destaca que la polifonía es una de las características del compositor. También resalta que la música de Bach es muy popular y hoy en día suena en todos los rincones del mundo. "A pesar de tener 300 años, nunca había sido tan popular como ahora", señala.

El concierto seguirá con el Ave Verum Corpus de Mozart, que es "una reencarnación de un ángel. Va más allá, por ello, la música de Mozart tiene tanta fuerza en las personas". El programa continuará con una pieza "bastante más difícil", Lohengrin Elsa's Procession de Wagner, un compositor que "demuestra que hay otro mundo". "Comparo la música de Wagner con la naturaleza porque cada pieza es única y tiene mucha pluralidad". Stevenson cerrará el recital con Souvenir de Sevilla, aunque ya avanza que los integrantes de Cellifamily tienen preparadas unas piezas extras por si los melómanos quieren más.

En Alaró

El concierto se repetirá mañana a las 21.30 horas en la iglesia de Alaró, una localidad que ya visitaron hace dos años. En este caso, la Cellifamily protagonizará un recital benéfico con un donativo de 10 euros con el fin de recaudar fondos para que la música de estos violonchelistas llegue a los rincones de Sudáfrica. Y es que la formación tiene distintos proyectos en marcha en el país africano. "El dinero recaudado nos permitirá continuar con nuestra ayuda a Sudáfrica tanto en las escuelas como en las favelas". Recuerda que las iniciativas solidarias de la Cellifamily llegaron a Sudáfrica en 2009, en 2012 y el año pasado. "Estos proyectos son muy importantes porque la música nos permite entrar en contacto con todo el mundo. Es una forma de comunicación. La música inspira una clase de sentimientos que puede transformar a la gente, las puede inspirar".

"En Alaró también interpretaremos piezas contemporáneas como el Requiem de Ponderecki, el Cant dels ocells de Pau Casals o un tango de Piazzolla.

Confiesa que cuando coge la batuta de la Cellifamily su objetivo es disfrutar. "Sigo dirigiendo pero no es necesario. Muchos directores prefieren ser la estrella del concierto, pero yo no. En mi caso, quiero que la auténtica protagonista sea la música. Un director no está hecho para ser la estrella, la estrella tiene que ser la música".

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