Así como Chopin y Sand son nombres inherentes a Valldemossa, el Festival Chopin representa una marca en el calendario dificil de borrar. Este año celebra su edición número 35 "con muy bajo presupuesto", según Rosa Capllonch, presidenta de la Asociación Festivals Chopin de Valldemossa. El evento cuenta con 36.000 euros para llevarse a cabo, cantidad con la que, según el tesorero de la Asociación, Jaume Capllonch, "llevamos haciendo malabares muchos años".

Política y cultura van de la mano esta vez en la 35 edición del festival. El escritor y colaborador de este rotativo Biel Mesquida celebraba ayer el cambio de Govern en Balears "después de unos años de continuos ataques contra nuestra lengua y nuestra cultura". Confía en que a partir de ahora la cultura vuelva a recibir "las subvenciones que se merece". El tema del presupuesto hace años que suscita quejas entre los organizadores. El pianista Miquel Estelrich argumentaba que "este es uno de los pocos festivales musicales que se mantiene gracias a la venta de las entradas, más que por las ayudas. El bajo presupuesto dificulta que músicos con un alto caché vengan a tocar".

Además, esta edición gira en torno a los aniversarios: se cumplen 700 años de la muerte de Ramon Llull y también se conmemoran los 100 años de la muerte del Arxiduc Lluís Salvador. Mesquida quiso recordar también los Decretos de Nueva Planta de 1715 sobre Mallorca, Eivissa y Fromentera en relación al sentido "ataque" a la lengua y a la cultura.

El Festival Chopin acojerá en La Cartoixa desde hoy hasta el 30 de agosto la exposición Miratges, de Pep-Maür Serra. Es la primera vez que el artista realiza sus trabajos directamente sobre marès, aunque el uso de esta roca es frecuente en sus cuadros como base para después pintar encima.

En cuanto al tema musical, los recitales se celebrarán todos los domingos de agosto. El primero es día 9 con Yevgeny Subdin, que rinde homenaje, entre otros, al compositor Scriabin, "uno de los compositores más maltratados de toda la historia de la música", según Estelrich, refiriéndose a la poca dedicación y veneración que recibe desde el mundo musical.

El domingo 16, la actuación correrá a cargo de Mélodie Zhao, una chica prodigio que a los 13 años grabó los 24 Estudios de Chopin. El plato fuerte, según los organizadores, lo pone Cristina Ortiz, que dedicará el recital de día 23 íntegramente a Chopin. Para concluir el festival, día 30, Javier Negrín ofrecerá piezas de Beethoven, Chopin y Scrabin.

Las entradas se pueden comprar desde hace quince días y cuestan 20 y 30 euros según la localización del público. Como es habitual, las actuaciones comenzarán a las 22:00 horas en el Claustro de la Cartoixa, aunque se recomienda llegar con antelación.