Original, atrevido y aplaudido. Así resultó la 52 edición del Concert al Torrent de Pareis celebrado ayer entre los peñascos de un enclave que reunió a más de quinientas personas. Un público que disfrutó no solo del paisaje, declarado monumento natural en 2003 y, como parte de la Serra de Tramuntana Patrimonio de la Humanidad en 2011, también de la música que interpretaron las formaciones La Coral Minuet, íntegramente femenina, y Le Carromato.

A pesar de las altas temperaturas que azotan a la isla estos días, el Concert al Torrent de Pareis, organizado por la Obra Social de Sa Nostra e ideado en 1964 por el pintor Josep Coll Bardolet (1912-2007), cumplió con las expectativas. Hasta sa Calobra se desplazaron turistas y vecinos de pueblos cercanos, unos en coche propio, otros en autocares y algunos incluso en barcas -en la cala se llegaron a contar hasta una treintena de embarcaciones- o bicicleta.

La mayoría de espectadores decidió acercarse hasta la manifestación geológica más espectacular de Mallorca dispuestos a aprovechar toda la jornada dominical y a elegir un lugar sombreado para escuchar a los músicos. No fue un ejercicio fácil, porque la ola de calor dejó pocos rincones frescos.

"Lo más duro ha sido a la hora de montar el escenario. El sol era de justicia y nos fundíamos", confesó uno de los técnicos encargados del sonido.

Las actuaciones comenzaron con puntualidad, a las cinco y media de la tarde. Abrió el acto la Coral Minuet, integrada por mujeres y creada en 2006 en la Escola de Música de Bunyola bajo la dirección de Sofia Domènech, toda una veterana. "Es la tercera vez que actúo en el Torrent de Pareis, un lugar espectacular para cantar. Y más con todo este gentío. No hay nada que se le parezca", aseguró la también integrante de Cap pela.

El repertorio que atacó la Coral Minuet estuvo marcado por la variedad y osciló entre canciones populares de Balears como Garrideta o La dama de Mallorca, himnos del pop como Michelle de Lennon y McCartney, y temas de corte religioso y espiritual. "El Torrent de Pareis es como un paraíso dentro del mar", entonaron en la primera de sus canciones, una alegre adaptación del Lollipop de Ross y Dixon.

Si Minuet brindó el canto coral más tradicional, la originalidad musical llegó con Le Carromato, conjunto liderado por los hermanos Aguiló, Miquel Àngel y Xisco, viejos conocidos de la escena musical mallorquina -completaban el cuarteto Toni Pastor a la guitarra y Alfredo Ardanaz al violín-. El suyo fue un regalo en forma de ingenios armónicos y notas coloristas. Un encuentro con músicas europeas como el klezmer, la canción francesa, el jazz manouche, el swing, la bossa o los boleros. Lógico que, ante tanta variedad, conquistaran al público, de todas las edades y procedencias.

"La acústica de este lugar no deja de sorprenderme, y eso que hace ya muchos años que vengo a estos conciertos", comentó Joan Munar, uno de los espectadores que desafió el sofocante calor.