-¿Por qué le interesa tanto el concepto de frontera?
-Las fronteras son lugares complejos creados a veces de manera natural y otras artificial. Están las fronteras visibles e invisibles, las públicas y privadas. A veces se habla más de las públicas y menos de las privadas, cuando éstas son igual de importantes que aquéllas. Fueron las situaciones invisibles las que me llevaron a trabajar sobre las fronteras de Tijuana y San Diego. Más que centrarme en cuestiones de violencia o inmigración, enfaticé en el tema del miedo, que es un sentimiento que se da antes y después de la violencia. El miedo ha existido desde que existe el mundo. Empieza con el miedo a lo desconocido y a la oscuridad.
-¿A qué conclusiones llegó?
-Parte del trabajo se basa en que el miedo que siente el norte hacia el sur es muy distinto del que siente el sur por el norte. El norte le teme a lo desconocido, a una cultura, etnia o lengua distintas. Esto crea una situación de desconfianza. El miedo del sur al norte está basado en el poder y el ejercicio del mismo.
-¿Vivimos en una cultura del miedo?
-El miedo ha existido siempre, pero sí que ha aumentado, se ha hecho más presente en nuestra cultura y sobre todo se ha utilizado en la política desde el 11-S. Aunque yo tengo citas de MacArthur sobre la Guerra de Corea en las que ya se refería a la cuestión. Desde el punto de vista militar y político, el miedo ha sido un tema recurrente.
-¿El caso de la Europa ´alemana´ y Grecia también tiene tintes de terror?
-La UE es una zona compleja. Hice un trabajo sobre Europa que fue un poco premonitorio de todo lo que está sucediendo. Era una suerte de alfombra de 6 x 4 metros, azul, que venía a decir que la constitución de la Unión no era cultural ni política, sino económica. Cuando hay diferencias culturales todo el mundo puede acercarse, pero cuando se trata de pasar números la solidaridad no acaba de cuajar.
-¿El artista es aquel que se mueve también en las fronteras de los conceptos?
-Depende. La práctica del artista es muy diversa. Hay artistas que trabajan en el estudio. Para mí, el arte es más inclusivo, en el sentido de que incluye otras disciplinas como las ciencias sociales, la antropología, etc. Me interesan mucho el trabajo de campo, la entrevista, el trabajo sobre el terreno. El arte tiene que tener un punto de investigación para que evolucione. El arte es una experiencia personal pero también es una experiencia pública. La responsabilidad del artista es tratar de hacer visible aquellas cosas que no se ven ya sea por falta de tiempo o de intensidad en la mirada.
-¿Cómo ve el miedo en España?
-Hace tiempo que no vivo aquí. Desde 1971. He perdido ese sentido del miedo ciudadano. Como he dicho antes, a partir de 2001, cuando se produjo el ataque a las torres gemelas, muchas políticas en muchas partes del mundo, también en España, incorporaron el miedo y ese mantra de estás conmigo o estás contra mí."En una época, el artista estaba para firmar manifiestos, yo creo que se puede ir un poco más allá"
-También ha trabajado sobre el lenguaje de los políticos, en concreto sobre los refranes. ¿Ve un nuevo discurso en los partidos emergentes?
-Para llevar a cabo un trabajo sobre ese tema debería vivir aquí. Desde el año 84 tengo abierto un proyecto que se llama Political Advertisement que se presenta una semana antes de las elecciones en EE UU y que recoge la publicidad política de los últimos cuatro años. Es un proyecto que comprende desde 1952 hasta 2012. Ahora estamos preparando el de 2016. En los años 50, con Eisenhower, la publicidad era prácticamente radio y foto. Luego llegó el vídeo en blanco y negro, luego el color, el documental, el cinéma vérité y las estrategias de la imagen y/o publicitarias, porque ahora se vende un político como se vende un producto. Los advisors políticos son mercenarios que un día están en Israel, mañana en São Paulo y el otro en Budapest.
-¿Qué cambio le ha llamado más la atención en esa evolución de 60 años?
-Pues que ha ido incrementándose el uso de internet y la idea de la descalificación y la publicidad negativa. La dialéctica y las características discursivas están desapareciendo de la política dando paso a los conceptos de ataque y derribo.
-Los medios de comunicación han sido asimismo objeto en algunos de sus proyectos. ¿No ve voces alternativas gracias a internet?
-Sí. Hay un cambio con la incorporación de las redes. Éstas tienen aspectos positivos: las fuentes de información son diversas, a veces personales, pero a veces son demasiado personales, tanto que en muchas ocasiones están ligadas a la desinformación. Tanto que nos queda al final una sociedad del rumor. Yo creo que se puede hablar de una teoría del rumor. El rumor está invadiendo todas las redes y cada vez se hace más difícil distinguir.
-¿En qué creemos entonces?
-Hay un cierto posibilismo, un posibilismo que a veces está lleno de intereses personales o públicos.
"El problema de Europa es que es una unión económica, por eso la solidaridad no acaba de cuajar"
-¿En qué proyectos está trabajando?
-Continúo con la construcción del miedo. El último lugar en el que estuve es Venezuela y Brasil. Luego estoy con otro proyecto que se llama Protocolos asiáticos, centrado en las ciudades de Seúl, Tokio y Beijing. En cada uno de estos lugares habrá una reflexión sobre los tres países.
-¿Qué es lo más importante que les enseña a sus alumnos?
-Ahora acabo de dar una charla en el Círculo de Bellas Artes, en una escuela nueva que se llama Sur. Hablé sobre la metodología del proyecto, que es ver cómo trabajas. La parte pedagógica lo que hace es complementar una forma de trabajar y compartir conocimiento teniendo en cuenta que cada artista ha de tener su propia metodología. Yo creo, además, que cada artista ha de crear de manera creativa su propia metodología.
-¿Deberían participar más los artistas en plataformas I+D+i?
-El artista ha de contribuir con su trabajo a una reflexión. En las prácticas artísticas, hay gente a la que le interesa la representación y a otros la representación y la interpretación. Históricamente, parece que en una época el artista estaba para firmar manifiestos y hacer carteles. Yo creo que se puede ir un poco más allá.
-No para de viajar. ¿Hay alguna ciudad mejor que otra?
-Cada ciudad tiene su tiempo. La vida es editing. Tú eres el director de tu propia película, que es la vida.
