Los dos máximos galardones del festival internacional de fotografía PHotoEspaña fueron otorgados ayer a la fotógrafa chilena Paz Errázuriz, que recibe el Premio PHotoEspaña 2015, y a la española Colita, Premio Bartolomé Ros.

El Premio PHotoEspaña reconoce la trayectoria de una personalidad en el ámbito de la fotografía nacional e internacional y en este caso distingue un trabajo, el de Errázuriz (Santiago de Chile, 1944), de "una enorme honestidad, libertad y valentía", dijo la directora del certamen, María García Yelo.

El jurado valoró "el rigor, la empatía y el respeto con que la autora ha retratado la vida social contemporánea, a través de grupos humanos tan dispares como sacrificados boxeadores, travestis estigmatizados, enfermos confinados en centros psiquiátricos, cuerpos desnudos esculpidos por la vejez, melancólicos tanguistas o personajes circenses".

Se trata de fotografías en blanco y negro, principalmente retratos, que ofrecen un documento social al tiempo que experimentan con la estética.

"Yo trabajo en series cerradas, en algunas puedo estar años. Y no siento que pertenezca a ningún grupo, pero me siento cerca de todos. Son temas donde la sociedad no pone su mirada, y pretendo dar ánimo para que la gente se atreva a mirar", explicó la artista. Hace unos meses se ha reeditado su libro La manzana de Adán, una aproximación al mundo de la homosexualidad y el travestismo en Chile en la década de los 80 que fue censurado en su momento. "Ahora es cuando lo siento terminado de verdad", comentó.

Para Errázuriz, que no ha obtenido hasta ahora ningún reconocimiento por su trabajo en Chile, el Premio PHotoEspaña -que en anteriores ediciones ha recaído en Ramón Masats, Bernard Plossu, Alberto García Alix, Thomas Ruff o Martin Parr- es un "respaldo" que le da "seguridad", después de más de tres décadas de trayectoria.

Colita (Barcelona, 1949), por su parte, recibió el Premio Bartolomé Ros a la mejor trayectoria española en fotografía en cualquiera de sus campos, ya sea como autor, comisario, historiador, u otros. "Los premios que me gustan de verdad no son los que dan los ministros, sino los que da la gente", resaltó Colita, que el año pasado renunció al Premio Nacional de Fotografía por considerar que la situación de la cultura y la educación en España eran de "pena, vergüenza y dolor de corazón".