Un reflexivo y talentoso David Trueba se encuentra en Palma para presentar su última novela Blitz y participar en la última proyección de este curso del ciclo Cinema d´autor de la UIB, la galardonada con seis premios Goya Vivir es fácil con los ojos cerrados. Durante su charla con la prensa, confesó, entre risas, que la única diferencia entre el David Trueba cineasta y el David Trueba escritor es el salario. "El cine es más underground y precario; en la literatura tengo suerte de que existe una industria editorial. Desde mi primera novela publico en Anagrama y tengo un buen número de lectores en diez o doce países", argumenta. "La gente piensa que el cine es algo más grande pero en España cuando haces el cine que tú quieres, es siempre una industria más precaria", razona."La diferencia es lo que quieres hacer en cada momento, la persona es la misma", resume.

El cineasta y escritor presentó ayer en Quars Llibres su último libro titulado Blitz, que significa relámpago y en el que aparece una cala de Mallorca con el mismo nombre. "Es un escenario importante porque es donde termina el libro, donde se juntan los personajes y tiene que ver con el título de la novela. Blitz es una tragicomedia romántica en la que Trueba relata el naufragio sentimental y vital de un arquitecto joven que ahoga su desamor en una alemana que le dobla la edad. "Las circunstancias físicas de las calas tienen mucho que ver con los personajes, esta especie de abrazo que la tierra le da al mar. Los personajes habían vivido un naufragio y un naufragio siempre termina en una orilla", explica.

El humor es una de las características de Trueba tanto en sus películas como en sus libros pero asegura que "no es una cosa forzada". "Creo que es natural en mí. Me pasa en la vida real. Casi siempre tengo una reacción un poco escéptica o cómica a muchas cosas que me suceden. No sé si es un mecanismo de defensa o también es mi forma de ser", comenta. "El humor ofrece una perspectiva sobre las cosas muy definitoria porque es una manera de observación, de darle la vuelta a cualquier situación. La gente siempre tiene una cierta tendencia a sobredramatizar las cosas que le pasan", sentencia. Asimismo, añade, el humor permite decir la verdad sin resultar doloroso.

De la charla con el cineasta, también descubrimos qué autores han influido en su mundo literario. "Fui un lector muy entregado del escritor checo Bohumil Hrabal, autor de Trenes rigurosamente vigilados o Yo, que he servido al rey de Inglaterra, que murió el mismo día que nació mi hija". Sobre su faceta de guionista, recuerda que fue el primer oficio profesional que tuvo y confiesa que le sigue gustando mucho ser guionista para otros directores: "Tiene algo bonito porque te pones al servicio de otro y también te quita responsabilidad porque los problemas de llevar la película adelante serán suyos".

Y de guionista, pasamos a periodista, una profesión que le ha ayudado a estar atento y en contacto con la sociedad y la vida real. Afirma que entiende el periodismo como "un nutriente de la ficción". "Las historias se te ocurren porque pasan". "Si eres un escritor o un director de cine lo suficientemente humilde te darás cuenta de que la realidad contiene muchas más cosas de lo que te puede ofrecer la imaginación". Asimismo es partidario de una realidad observada y no de imponer "tu ideología sobre la realidad". Así confiesa que lo que más le molesta es ver la mano ideológica de un director en los personajes de la película.

Desde su punto de vista, la vida es una supervivencia constante. "Vivimos en una época muy dogmática y me sorprende que con tanta información como tenemos la gente aún crea en los buenos y malos. El periodismo y el cine tienen la labor de enseñar que la vida es más complicada y hay que aceptarla con su complejidad", reflexiona.

En la charla no podía faltar un tema de tanta actualidad como las elecciones del 24-M. "En la noche electoral, todos sacaron el lado bueno de los resultados, pero al día siguiente se levantaron hundidos. Todo ello es fruto de la histeria colectiva que vive España", mantiene. "El PP no ha tenido unos resultados tan terribles como para que todo el mundo le parezca que Rajoy es el peor. Antes del 24M era indecente que se permitiera la corrupción y no hicieran nada", apostilla. "Ahora le montan un cristo al presidente del PP solo por el resultado y no han hecho antes por la corrupción", lamenta. "También me parece un poco histérico querer resolverlo todo en cinco días". "Las elecciones son mucho más complejas de analizar de lo que me pensaba". Pero si se le pide un titular del 24M, no lo duda: "Diría que han perdido todas las siglas". "Ha ganado la idea de limpieza, pero es difícil que las ideas abstractas gobiernen. Los partidos llenan las listas de profesionales pero luego los cargos son todos del partido y ponen en Sanidad a una persona que no ha trabajado nunca en un hospital", critica. Le intriga saber si todo seguirá igual o si pondrán en los cargos a gente preparada. Si ocurre lo primero, "volverán a caer en contradicciones y será un engaño más al electorado". Si pasa lo segundo, "asistiremos a un cambio real". Y una vez pasadas las autonómicas y las municipales, toca pensar en las generales. Y antes de que llegue la próxima cita con las urnas, Trueba está seguro de que el IVA cultural bajará antes de noviembre como baza electoral. Y sobre la remodelación del Gobierno, el cineasta mantiene que "no es que quiera defender a Rajoy, pero es más inteligente que toda la histeria que le rodea, porque cambiar un Gobierno de aquí a noviembre será una simple operación de cosmética porque no cambiará nada".

Premios

El director presentó ayer Vivir es fácil con los ojos cerrados en el ciclo Cinema d´autor. La película cosechó seis premios Goya pero Trueba revela que "el único sentido que tienen los premios es el propagandístico, yo no les doy ningún valor mayor". Finalmente sobre el éxito de Ocho apellidos vascos, consideró ridículo que "el éxito de una película tape el fracaso de la industria ya que el tejido del cine está prácticamente muerto".