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Música crítica

La música del bing bang

Una imagen del concierto. Manu Mielniezuk

La Creación Auditòrium de Palma **** Orquestra Simfònica de Balears. Solistas vocales. Coral Universitat Illes Balears. Pablo Mielgo, director. La Creació de Haydn. Concierto/Homenatge a Luís Remartínez. Auditòrium de Palma, 26-02-15

H de Haubble y de Haydn.- Fue un científico americano quien midió la edad del Universo. Según las mediciones hechas por Edwin Hubble, que han sido contrastadas posteriormente, el fenómeno del Big Bang, la gran explosión tuvo lugar hace catorce mil millones de años. En aquel momento se inició una especie de caos que Joseph Haydn quiso ordenar musicalmente en una Introducción muy inspirada que abre La Creación, uno de sus dos oratorios de referencia (el otro es Las Estaciones).

El nido.- En la película El Nido, que Jaime de Armiñan dirigió en 1980 y que obtuvo diversos galardones internacionales y que fue nominada al óscar a la mejor película de habla no inglesa, un maduro Héctor Alterio establece amistad con una adolescente Ana Torrent para juntos disfrutar de la música de La Creación de Haydn de la que el hombre estaba prendado. Algunas escenas (la del caballo y la de la cruz de camino) muestran el gozo de los protagonistas mientras resuena el Dúo de Adán y Eva que Haydn situó en la tercera parte de su obra. Emotivo e injustamente olvidado film, treinta años después de su estreno.

Sin prisas y sin pausas.- La versión de La Creación de Haydn que pudimos escuchar el pasado jueves no fue una Creación más. Al contrario, será recordada, sobretodo, por su elegancia. Con una Introducción, lenta pero sentida, el director Pablo Mielgo marcó estilo. Durante toda la partitura (que acertadamente se interpretó sin pausas) se consiguieron matices sonoros de factura impecable. ¡Cómo sonaron los contrabajos! ¡Y los timbales! Y no sólo ellos, sino toda la orquesta, que consiguió mantener la belleza del sonido en todo momento. Al igual que el coro, lo mejor de la velada, si cabe. Juntos, instrumentistas y cantantes, consiguieron momentos de gran nivel, como en Vollendet ist das große Werk o Singt dem Herren alle Stimmen!

Ángeles, Adán y Eva.- Las voces solistas no defraudaron aunque no seducieron al mismo nivel que el coro. Felicitas Fuchs posee una voz bella en los graves y en los pianos, pero que pierde frescura en los agudos y en los fortes, momentos en los que se convierte en demasiado operística; mucho mejor como Eva que como Gabriel. Alain Tomas es un tenor muy mozartiano, no es difícil imaginarle como Tamino o como Don Ottavio; estuvo mejor en los recitativos que en las arias, dúos y tercetos. Tomeu Bibiloni lleva la musicalidad en sus venas, en sus genes, como su padre Baltasar a quien la música mallorquina debe tanto. Tomeu demuestra en cada una de sus apariciones que tiene mucho presente y más futuro. Madura con el tiempo. Cantó muy bien sus dos roles de Arcángel Rafael y de Adán.

Luís Remartínez.- El concierto que comentamos tuvo un protagonista físicamente ausente, pero espiritualmente presente: Luís Remartínez, el primer director titular de nuestra Simfònica y tan ligado a ella como el que más. Él sugirió esa obra para celebrar las bodas de plata de la formación. Él tenía que dirigirla. Para él todo nuestro recuerdo sentido, de admiración y, sobretodo, de amistad.

Paraíso recuperado.- Si Johnn Milton nos conduce a través de una Paraíso Perdido que Haydn retoca e incluye en los textos de La Creación, el Paraíso que representa tener una orquesta profesional no debe perderse jamás. Si en algún momento ha parecido que las administraciones así lo pretendían, la sociedad ha protestado. El Paraíso que representa tener una Simfònica como la que tenemos nunca, nunca, debe perderse.

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