Cuando estamos buscando trabajo y pasamos al nivel dos, es decir, al de acudir a una entrevista, debemos estar preparados para lo que nos podamos encontrar. Estar informados acerca la empresa, tener una imagen impoluta, mostrarse seguro y agradable... son factores que nos ayudarán a ganar puntos ante nuestro examinador. Hay examinadores amables, otros inquisitivos, otros poco habladores pero todos ellos tienen en común la misión de indagar en la vida laboral y personal del candidato para acertar en su elección.

Conocer a qué tipo de entrevista nos podemos enfrentar nos ayudará a estar más tranquilos y afrontar el proceso con más atino.

Entrevista individual

Es la entrevista de trabajo más común. Para los candidatos este formato es más cómodo ya que sólo "se enfrentan" a una persona. En este tipo de entrevistas cara a cara es tan importante lo que se dice como lo que se emite, es decir, los gestos.

Por ejemplo, unir las puntas de los dedos es sinónimo de confianza. Acariciarse la barbilla, reflexión. Mirar de reojo, recelo. Los brazos cruzados, actitud defensiva. Los puños cerrados, agresividad. La cabeza apoyada en el brazo, los bostezos y la mirada perdida, desinterés...

Dinámica de grupo

El observador o el responsable de esta actividad se encarga de evaluar las cualidades y los defectos de cada aspirante, valorando la competitividad y el liderazgo. Para superarlo con éxito debes tener en cuenta los siguientes puntos:

-Sé auténtico, no intentes aparentar algo que no eres.

-Aporta valor a lo que digas y sé coherente con tu idea. Escucha activamente las ideas de tus compañeros; seguro que sus opiniones pueden ser una fuente de inspiración para ti.

-Llama la atención con un argumento creativo. No dejes que los nervios te jueguen una mala pasada y aprovecha la oportunidad para destacar ante los ojos del seleccionador.

Entrevista telefónica

Las entrevistas telefónicas suelen usarse como filtro para posteriores citas. Aunque puede resultar un poco fría, el entrevistador determina si el candidato reúne las cualidades para el sitio ofertado. Si es así, vuelve a citarle en una segunda entrevista presencial. Aquí van algunas recomendaciones para superar la primera criba:

-Ten a mano todo lo que necesitas: currículum, papel y bolígrafo para tomar notas, nombres y datos de interés.

-Prepara una serie de preguntas frecuentes y sus respuestas, por si te quedas en blanco puedas recurrir a tu chuleta.

-Elige un sitio tranquilo para contestar a las preguntas del seleccionador, aislado de distracciones y ruidos.

-Al finalizar la entrevista no te olvides de dar las gracias al entrevistador y muestra interés por saber cuáles serán los siguientes pasos a seguir.

Entrevista ante un tribunal

El candidato tiene que responder a las preguntas de varias personas, que decidirán de manera consensuada si tiene aptitudes para lograr el trabajo. Puede representarle más presión al entrevistado, aunque por otra parte, la decisión puede resultar más justa ya que no sólo depende de una persona.

Entrevistas de provocación de tensión

Se trata de una de las modalidades más complicadas a las que enfrentarse ya que los aspirantes son sometidos a situaciones difíciles y comprometidas para examinar de qué manera afrontan el caso y cómo lo resuelven. Se utilizan para puestos de trabajos que exigen un gran autocontrol emocional. En este tipo de entrevistas se utilizan herramientas como:

-Criticar las opiniones del aspirante acerca de algunos temas.

-Interrumpir al entrevistado.

-Guardar silencio durante un largo periodo de tiempo después de que el candidato haya acabado de hablar.