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Degustación teatral de La Fornal

´El gust és nostre´ propone un menú gastronómico de música y poesía en el Espai Mallorca

Un momento de la representación de ´El gust és nostre´ el miércoles en Alicante. La fornal

­La poesía es el alimento del alma. Bajo esta premisa, La Fornal presentó ayer en el Espai Mallorca de Barcelona El gust és nostre, una degustación teatral para buenos comensales. "A la manera de un menú gastronómico emprendemos un viaje por la vida en medio de una puesta en escena entre libros, lámparas, utensilios de cocina y dos músicos dispuestos a compartir vivencias y sentimientos", explica el director de la obra, Joan Gomila que a su vez ejerce de "chef" en la función.

En un espacio neutro, dos músicos ensayan y componen piezas para tocarlas en el subterráneo del metro. Un actor los alimenta de utensilios para ir configurando una poética determinada y una sesión gastronómica. El menú es un viaje por la vida. "Cada poema, cada comentario, cada objeto va llenando la maleta del viaje de nuestro espíritu", asevera Gomila que sube a escena un espectáculo "diferente" junto a Cesc Montané (en el saxo) y Jon Cilveti (guitarra y percusión). "Es una apuesta profunda y divertida sobre nuestra cultura, donde la improvisación es la gran protagonista", asegura.

La dramaturgia está basada en entrevistas, cartas y memorias de diferentes poetas procedentes de la cultura catalana. "Incluyo fragmentos de la obra de R.M. Rilke porque su carta a un poeta joven me servía de enlace entre plato y plato". Ús diré si em deixau de Miquel Àngel Riera y La poesia, l´art d´estimar de Joan Margarit sirven de pan y aceitunas en este menú teatral que se abre con unos entrantes "impactantes". "Son versos cortos de Riera, J.V.Foix, Bernat Nadal, Blai Bonet, Joan Salvat Papasseit, Joan Gomila y del Cançoner Popular. El plato de carne está servido a base de textos de Riera, Vicent Andrés Estellés, Agustí Bartrà, Ovidi Montllor, Guillem d´Efak o Damià Huguet. El menú prosigue con una degustación de productos de la tierra con Campos sempre o Cor de març de Huguet; Horacina 1 de Estellés; Restaran eternament dins ma memòria de Nadal y cierra la cata Culminació de Montllor. "El postre queda en manos del Cançoner Popular", avanza Gomila, quien ilustra que los versos son el alimento mientras que los músicos son el vino y el cava que riegan el suculento menú.

"En el espectáculo estamos muy cerca del público y ello da mucho juego a la improvisación. En este montaje el público emprende un viaje por un paisaje sonoro muy agradable. Es un espectáculo lento, tranquilo con luz tenue que invita al espectador a desconectar del estrés y ajetreo diario. Es muy sugerente", resume Gomila.

El gust és nostre se estrenó en julio en Pollença y esta semana ha sido representado en la Universidad de Alicante y ayer en el Espai Mallorca. A la espera de confirmar fechas para sus actuaciones en la isla, La Fornal viajará en mayo a Granollers y en octubre a Valencia. "Hoy en día se buscan espectáculos de diversión pero también son necesarias las propuestas que buscan la verdad del arte", sentencia Gomila.

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