El guitarrista Joan Bibiloni y el actor y director teatral Toni Gomila proponen "un viaje espiritual para no enfermar" de la mano de la poesía y la música, con dosis precisas de humor y fantasía, en Damunt sa Roca, un espectáculo creado en Manacor pero con "espíritu universal" que se representará en la Sala Petita del Principal los días 20, 21, 27 y 28 de diciembre (los sábados a las 21,30 y los domingos, a las 20,30).

El montaje, creación de Bibiloni, quien ha querido arroparse para este ejercicio músico-literario de otro manacorí "ilustre", Toni Gomila -el autor del último fenómeno teatral en la isla, Acorar-, se presenta cargado de simbolismos y hunde sus raíces en la Roca des Castellet, epicentro de leyendas y supersticiones que, como afirmó Guillem d'Efak, "emite radiaciones que afectan positivamente a los manacorins, convirtiendo esta enclotada ciudad en un pozo fecundo del que brotan artistas y personajes brillantes a chorro".

"Soy la persona menos indicada para decir de qué va Damunt sa Roca porque posiblemente habla de mí mismo", señaló ayer Bibiloni, que ha puesto música a textos y poemas de autores como Miquel Àngel Riera, Bernat Nadal, Gabriel Galmés, Guillem Sansó, Mossèn Alcover, Blai Bonet o Jaume Santandreu, entre otros. Bibiloni también sirve textos de su propio puño, "reflexiones y pequeñas anécdotas instructivas y educativas", apuntó. En definitiva, se podrá degustar algo así "como hacer un tremponet con todo", resumió el protagonista.

Tres guitarras para el show

El músico y a la vez actor, faceta por la que el público descubrirá a un Bibiloni "clown, bufón sincero y emotivo", utilizará para la ocasión tres de sus numerosas guitarras: "Una, sufridora, la que siempre me acompaña y pisa fuerte, sin manías; otra, s'aucellet, la que dice a mí no me hagas esto; y la tercera, la amante", detalló.

"Damunt sa Roca es un espectáculo que muestra, a partir de la manacorinitat, la universalidad de los grandes textos literarios. Sa Roca es el mundo, una tenaza, un refugio, el universo, lo es todo. Subir a ella es imprescindible para sobrevivir".

Gomila, por su parte, precisó que su trabajo como director ha consistido en "hacer lo mismo que la Real Academia de la Lenguam, que limpia, fija y da esplendor". Algo necesario ante un hombre como Bibiloni, "un torrente desbordante de creatividad, un poco disperso a veces. Lo que he intentado es encauzarlo y ordenarlo", aclaró con una sonrisa.

El director subrayó que éste es un papel que le viene grande: "Prefiero el de compañero de viaje, ya que los dos somos de Manacor y nos apasiona el mismo tipo de poesía y las mismas ganas de vivir".

De hecho, Damunt sa Roca constituye, en palabras de Gomila, "un gozo por la vida, la poesía y el Mediterráneo a partir de anécdotas manacorinas" relatadas por Bibiloni, un auténtico "seductor", el "Forrest Gump de la música mallorquina", apuntó en referencia a los numerosos y brillantes trabajos que el guitarrista ha firmado desde un sinfín de escenarios.

Director y músico-actor afirmaron que se han entendido sin problemas: los dos hablan "coloquialmente en manacorí, un modesto escalón de la maravillosa escalera de la lengua catalana, que nunca da por concluido el tiempo de seducir".

"Este negocio consiste en pasar gusto con lo que haces y el teatro es otra manera de ponerle foco a la vida que a mí me gusta mucho", reconoció Bibiloni, quien saboreó el rol de actor hace ya unos años en escenarios que "pesan mucho" como son el del Lliure (Barcelona) o el de La Abadía (Madrid).