Puerto Portals amanece entre costuras. Desde las 11 de la mañana, flujo y trasiego de profesionales en las bambalinas del Prêt-à- Portals Fashion Weekend. Un acontecimiento sobre moda con dimensiones y objetivos distintos a las tradicionales pasarelas. La modelo Judit Mascó llega puntual con un look sport y se acomoda en uno de los tocadores, surtidos de maquillaje. Clara Alonso se atusa la melena castaña aguardando una sesión de fotos para Dior que se publicará en una revista. El fotógrafo Gorka Postigo, encargado de las imágenes, está estudiando la luz y la perspectiva desde la que disparar su cámara. Mallorca está viviendo un show insólito: una trastienda de gran pasarela o campaña de publicidad a los pies del mar con las mejores huestes de la moda española. Es como vivir una gran producción de cine desde dentro. Los maquillajes de la mañana son suaves. Una sesión de fotos en directo desde un barco va a dar el pistoletazo de salida a la segunda edición del Prêt-à-Portals Fashion Weekend a la espera de la inauguración oficial en la estilosa noche del puerto. Con ojos curiosos, el equipo de maquilladoras de Estrella Elorduy protagoniza un armonioso juego de manos con brochas y barras de labios. "A Teresa Baca le estoy aplicando un maquillaje fluido con base de agua muy natural, un poco de rubor en las mejillas y lápiz de ojos para definirlos", señala Laura Sans. Sobre los espejos de los tocadores, unos retratos robot de las modelos pautan los estilos que deberán sugerir las maquilladoras con sus estuches de cosméticos (de Dior y Label). Hay looks sofisticados, otros más beauty y alguno rock and roll. La carpa bulle a las 12 del mediodía entre agentes de modelos, diseñadores, prensa especializada, fotógrafos y camareros, que en un aparte sirven desayunos a los menos madrugadores y tentempiés al resto. Es la hora de la primera imagen oficial del acontecimiento especializado en moda. El clic está pendiente de la llegada a puerto del diseñador mallorquín José Miró, recién aterrizado de Nueva York. Durante la espera, se descorcha el cava de Anna de Codorníu.

Mientras Lydia Delgado se reconcilia con su distinguido flequillo a lo Audrey Hepburn, Juan Vidal relata anécdotas en torno a una mesa y se hace entrega del nuevo reloj Gear S de Samsung. Bimba Bosé, enfáticamente joven, activa, cercana, regala titulares a los medios. "Soy dj por pura subsistencia; estoy harta de pagar impuestos, que paguen los políticos que ya se han llevado lo suyo; que se larguen ya, no nos representan". Bimba es fosforescente y temperamental. Y cómo posa.

Las prendas de las tiendas del puerto (con las que los modistos han diseñado los looks) siguen llegando en los percheros que se ocupa de ordenar y mimar el equipo de la estilista Ana Pérez, responsable de coordinar el vestuario de los eventos. "También me ocupo del atrezzo de las sesiones y de todos los detalles [las joyas son de la Relojería Alemana del puerto] para que luego se interpreten bien", confiesa. A su cargo tiene este año alumnos de Diseño en prácticas de la EDIB.

Pasadas las 13.15 horas, el cerebro de todo ese montaje, Javier Escobar, llama al orden. En un santiamén, Ángel Schlesser, Roberto Torretta y el modelo Juan Bettancourt embarcan en un TP52, modelo de barco que competirá el año que viene en la regata internacional que tendrá lugar en Portals. Como grumetes (alguno se resistió a deshacerse del calzado en cubierta), el resto de invitados al acontecimiento posan y sonríen junto a Corinna Graf desde el mar. Un barco entre costuras. La moda desembarca este fin de semana en Portals.