Bert, la película del director mallorquín Lluís Casasayas, ha llegado a las salas de cine 16 años después de su rodaje. Cabe recordar que el filme fue estrenado con las mejores críticas en el Festival de Málaga de 1998, además ganó el Festival internacional de L´Alternativa y el del Atlántico. Pero antes de su estreno comercial, la cinta vio comprometida su distribución debido a problemas "insalvables" con la productora madrileña que ostentaba los derechos. "La productora no hizo los deberes y se embargó la película por impagos. Hasta 2006 no se solucionó", explica Casasayas. "Pero en aquel momento no había ni dinero ni ganas para retomar el proyecto", admite el cineasta mallorquín. Ahora, Casasayas presenta una cinta totalmente restaurada digitalmente ofreciendo "la mejor versión" de su película Bert.

Insólita en su planteamiento, en su ejecución y en su dilatada espera de exhibición, la ópera prima de Lluís Casasayas narra la historia de una obsesión, la que experimenta el protagonista Albert Teixidó (Bert), interpretado por Fermí Reixach, por encontrar a un amigo ornitólogo que ha desaparecido misteriosamente en la Serra de Tramuntana. El cineasta explica que los personajes que va entrevistando ofrecen visiones diversas de lo ocurrido y todo deviene en un obsesivo y metafórico viaje iniciático hacia lo desconocido. "Es una especie de thriller místico, pleno de premoniciones y mágicas sincronicidades", resume.

Interpretada por Reixach, Mercedes Sampietro, Marika Lagercrantz y Simó Andreu, la cinta fue filmada integramente en Mallorca. El rodaje, "al más puro estilo de cine independiente", también fue largo. Se inició en verano de 1994 y tardó cuatro años en terminarse. Casasayas recuerda que el rodaje por la Serra fue especialmente complicado y laborioso porque hubo siete fases distintas de filmación, que no estuvieron exentas de incidentes: días enteros destrozados en el laboratorio de revelado o inexplicables rayaduras en el material fílmico que obligaron al equipo a regresar a los escenarios en varias ocasiones. "La Serra es caprichosa", apunta. "Acabar el rodaje y mantener la continuidad fílmica fue realmente una auténtica odisea", remarca. Así, el cineasta concluye que la película tiene que verse, después de esa "maldición" y de la espera tan larga. "La cinta, la trama y el paisaje se merecen que los cinéfilos se acerquen a la sala de cine de Ocimax donde se proyecta Bert", insiste.

"En 1998 ya sabía que la película merecía la pena pero 16 años después, la nueva versión es mucho mejor. La espera ha valido la pena". Así remarca que de los 115 minutos iniciales, a la gran pantalla ha llegado una versión digital más ágil de 100 minutos. "No se ha traicionado el espíritu inicial", apunta.

Sobre el protagonista de Bert, el cineasta remarca que "a Fermí Reixarch le debo la película, se volcó desde el primer momento en el proyecto". Hecha con cariño, Lluís Casasayas resume que "los personajes y la historia de Bert funcionan".