Vicente Terrés es un farmacéutico con una atípica afición, coleccionar objetos de La Guerra de las Galaxias. "Para mí no es una obsesión, tengo mi trabajo y una familia, no pierdo la cabeza por coleccionar objetos, es un hobby más", explica en su casa de Porto Cristo, donde tiene una habitación dedicada únicamente a los objetos de la saga.

Actualmente, está embalando todo con sumo cuidado para transportarlo al Palacio de Ayamans, en Lloseta, para preparar la exposición que tendrá lugar desde hoy hasta el 8 de septiembre de las 19 a las 21 horas. La muestra contará con tres salas, una dedicada exclusivamente a Darth Vader y otras dos con diversos objetos del colecionista. "El día de la inauguración la Asociación de Amigos de la Ciencia Ficción de Mallorca ambientará el palacio vistiéndose de personajes de la saga desde las 19 hasta las 22 horas. Habrá un Darth Vader, dos Stormtroopers (soldado imperial), un comandante imperial, dos jedis y un guardia imperial, que se pasearán por el palacio. Además, harán una puesta en escena con música de Star Wars. Se intentará que sea con La marcha imperial, la canción que todo el mundo conoce de la saga", relata el coleccionista. Quiere subrayar que la entrada será gratuita. "No busco lucrarme con esto, me gusta ver la cara de los niños y no tan niños cuando ven la exposición", bromea. "Aunque cada vez se nos hace más complicado hacer esto. Ahora ya no podemos utilizar las palabras Star Wars para hacer publicidad de las exposiciones porque Disney ha comprado el copyright y vienen a denunciarte. Tengo un compañero que puso Star Wars en el cartel de la exposición que hizo en Valencia y fueron a cerrársela. Estuvieron con abogados y todo", relata, algo disgustado.

"La Guerra de las Galaxias era antes una máquina de hacer sueños, ahora es una máquina de hacer dinero. Ahora resulta que van a sacar seis películas más, hasta el episodio XII. La historia acababa en el VI y siempre será así. No te voy a negar que no ire a verlas, porque al final por algo soy coleccionista de Star Wars, porque me gusta y querré ver cómo sigue, pero pienso que están exprimiendo todo demasiado", declara sobre el hecho de que Disney desee ampliar la saga. "Tengo una opinión sobre los episodios I, II y III que creo que será algo generalizada para los que somos seguidores de la saga. No quiero entrar en si escogieron bien a los actores para recrear a sus personajes, aunque como el Darth Vader de los tres últimos episodios, IV, V y VI, no hay ninguno. Donde sí quiero decir algo es sobre el argumento: está vacio. Son un apaño para llegar a las tres últimas. En la II y la III, mira, aún hay algo de acción, pero la I para mí ha pasado sin pena ni gloria. Eso no quiere decir que no tenga objetos de esas tres, como el póster de Padmé. Son peores, pero no dejan de ser Star Wars", recalca sonriendo.

Su intención no era la de ser un coleccionista, "en realidad, empecé todo comprando una cinta de cassette en la que aparecía Luke Skywalker en la cáratula", comenta. Su afición por coleccionar apareció poco a poco, "jamas pensé que llegaría a tener más de 2.200 objetos de la saga. Empecé comprando una cosa, luego otra y después otra y ahora me encuentro con cajas en mi cuarto, con cajas en el cuarto de mi hermana, con dos trasteros llenos, con una habitación en casa de mis padres llena y con otra en mi casa también abarrotada de cosas, desde el suelo hasta el techo", comenta contento.

En su colección hay objetos de toda clase. "Tengo de todo. Hay libros y cómics que se hicieron después de la película para hacer el mundo Star Wars más grande. Tengo pósters de las películas y de los personajes, puzzles que también son los carteles de los filmes. Cascos como el de Boba Fett que está firmado, además de alguno de pilotos, de soldados imperiales y de Darth Vader, todo a tamaño natural y más de cinco réplicas de espadas láser. Las películas, por supuesto, que me he visto más de 100 veces. Trajes de los personajes. Uno de Darth Vader que le compré a un chico que andaba justo de dinero y me salió muy bien de precio. Réplicas de C3PO, R2D2 y Yoda. Las dos primeras figuras me costó mucho conseguirlas", recuerda. "En un viaje, las vi en una tienda y les saqué una foto. Cuando llegué aquí a Mallorca quise tenerlas y conseguí el nombre de la tienda a través de la imagen que yo había tomado. Al principio no quisieron vendérmelas, pero a través de regateos conseguí traérmelas. Pero es que ahora es todo mucho más fácil, tienes un ordenador donde puedes ver lo que pides y lo que no. Antes tenías un catálogo que conseguías en las tiendas y a través de fotos en blanco y negro o simplemente con el nombre, sin ninguna imagen, tenías que saber qué estabas comprando y adquirirlo a lo loco. Una vez, compré un objeto numerado, de coleccionista, en una tienda, y la caja me llegó vacía. Llamé para preguntar y me dijeron que ya les había pasado antes. Que alguien estaba interceptando los paquetes que salían de la tienda, los abrían, los vaciaban, y dejaban que la caja llegara a su destino. No me pusieron problemas para compensarme, me mandaron otro objeto sin coste alguno", cuenta, explicando sus peripecias para conseguir sus preciados objetos.

"Tengo más de 200 figuritas de los personajes de la saga con los que mis hijos han jugado, siempre con cuidado porque sabían que no eran un juguete para mí, pero como ya he dicho, no soy un coleccionista obsesivo. Además, cuento con muchos autógrafos. Entre ellos está el de Kenny Backer (R2D2), al que conocí en una convención y me contó que veraneaba en Cala Mesquida. También el de Jeremy Bulloch, (Boba Fett), que también ha veraneado aquí, no se dónde exactamente. Y creo que George Lucas estuvo por aquí porque hay una foto de él firmada en Can Pedro", comenta el cinéfilo, convertido en periodista por un momento.