La aventura marinera anual de los pequeños grumetes reales ha llegado a su fin. Ayer fue el último día de curso para los nietos de doña Sofía. Una jornada que estuvo llena de emociones. La Reina fue la encargada de entregar los diplomas para los alumnos de vela de Calanova en una ceremonia que dio comienzo a las 17.30 horas. Sofía llegó junto a su hija Elena, que inmortalizó con su cámara todo el acto. Para despedir las lecciones náuticas, los nietos mayores de la Reina, Pablo y Miguel Urdangarin y Victoria Federica y Felipe Juan Froilán, estos dos últimos hijos de Elena, navegaron junto a algunos compañeros con unas tablas de surf enganchadas entre sí y guiadas por una lancha motora. A mitad de travesía, en mar abierto, Miguel Urdangarin se hirió en el pie y tuvo que volver en la lancha que guiaba a los pequeños surferos. Al llegar a puerto, lo trasladaron en brazos envuelto en una toalla. La lesión fue leve porque luego se le pudo ver en la entrega junto a sus hermanos y sus primos.

Irene, la hija pequeña de la infanta Cristina, visiblemente mejorada del accidente que sufrió días atrás, tampoco quiso terminar el curso sin fiesta y fue de la mano de una alumna mayor del curso sin parar de reír. Asimismo, en un momento de la tarde, quiso acercarle a su primo Froilán sus chanclas, quien no se dio cuenta y estuvo buscándolas en el club durante un rato.

Después de su travesía marítima en las pequeñas embarcaciones, los nietos mayores del rey Juan Carlos tuvieron que recoger el material que habían empleado, pero Froilán intentó eludir esa tarea. Acción que no pasó inadvertida por sus compañeros navegantes, que se quejaron. Finalmente, éstos tuvieron que colocar el material en su sitio cuando uno de los monitores les hizo el gesto de que se mantuvieran en silencio.

Juan Urdangarin quiso dejar el pabellón familiar bien alto. Se apostó con uno de sus compañeros a que saltaría de una de las puntas del puerto de Calanova. Victoria Federica, aún envuelta en su toalla, exclamó a su hermano: "Felipe, que Juan va a saltar. ¡Es una apuesta!" La hija de la infanta Elena se quedó al borde del mar, junto a los veleros, para observar si acababa saltando o no. Finalmente, Juan no lo hizo.

Por su parte, Froilán se mostró ayer revoltoso y activo. Empezó volcando veleros, siguió haciendo carreras, enfadó a una compañera de clase, no recogió su material de surf y perdió sus chanclas. Su abuela, en un aparte, se dirigió a él con gesto serio para reprehenderle por sus travesuras. En el posado oficial, el hijo de Elena acabó ocultándose tras su primo Miguel, a quien cogió por la espalda intentando levantarle del suelo.

En realidad, la de ayer fue la segunda despedida de Mallorca de los seis nietos de la Reina, pues el jueves dijeron adiós a sus compañeros de clase en una merienda organizada en Marivent.

Don Juan Carlos, en Colombia

Por otra parte, el rey Juan Carlos iniciará el próximo martes día 5 una visita oficial a Bogotá al frente de la delegación española que asistirá el 7 a la toma de posesión del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, con la que inaugurará su nueva actividad institucional tras la abdicación.

Acompañado por el secretario de Estado de Cooperación Internacional, Jesús Gracia, don Juan Carlos representará a España en una ceremonia de investidura a la que han confirmado ya su asistencia representantes de 74 países, entre ellos los presidentes de Argentina, Perú, Ecuador, Venezuela, Panamá, Honduras, Guatemala y El Salvador.