La Reina Sofía visitó ayer la Part Forana. Después de dejar a sus seis nietos en las clases de vela de Calanova, emprendió rumbo a Artà junto a la infanta Elena y a su hermana Irene de Grecia para disfrutar de una mañana de mercat y degustar una buena comida en un restaurante local.

Mientras vecinos y turistas hacían sus compras del día en el mercado artanenc o simplemente ojeaban algún recuerdo artesano, la madre de Felipe VI se perdía por la plaza Conqueridor y la calle Ciutat mirando los numerosos expositores. Se mostró muy simpática con todos los vecinos que se acercaron a saludarla. Mary Troya, de la tienda Terra de Llum, salió al encuentro de la infanta Elena para pedirle una fotografía de recuerdo. La propia Elena entró en su tienda y le explicó que les habían hablado muy bien del mercado. Por ello, habían decidido pasar la jornada en la localidad. De hecho, no regresaron a Marivent con las manos vacías ya que doña Sofía adquirió un imán de recuerdo, varias figuras de decoración y algunos fulares. Se lo pasaron muy bien, según afirmaron varios vecinos que las saludaron.

Más deportiva

Las nubes obligaron a doña Sofía a cambiarse de vestimenta. Si acudió a Calanova a dejar a sus nietos con ropa más fresquita, llegó a Artà ataviada con unos pantalones vaqueros, una camisa blanca estampada, unas menorquinas blancas y una chaqueta para resguardarse de las temperaturas algo más bajas.