­Vicky, la carcinera en paro mallorquina, se proclamó anoche ganadora de la segunda edición de Masterchef. Se impuso en la final a Mateo, estudiante de Huesca, y se hizo con el triunfo gracias a la intuición, su mejor arma.

La mallorquina elaboró una ensalada de espárragos blancos, de alcaparra y huevos de codorniz; raya con arroz negro en algas y una mousse de aguacate con jengibre, que fue calificado de "alta cocina". Los hermanos Roca, con tres estrellas Michelin, fueron los encargados de entregarle el premio, que celebró junto a Bernardo, su novio.

Su victoria fue recibida con una gran ovación en Son Oliva, donde reside con su familia. Desde el primer momento en que se encendió la pantalla gigante en el parque Son Costa, la tensión fue en aumento. "Sabemos que ella está nerviosa, pero siempre que se propone algo lo lleva hasta el final", comentó su hermano, Carmelo Pulgarín. "Nuestro padre estaría muy orgulloso de verla donde está, donde ha llegado. Él era cocinero, abrió un restuarante de menús, pero se puso enfermo y tuvo que cerrar, después falleció. Él era el que se encargaba de cocinar en casa para las comidas familiares y desde que no está las dos hermanas se pican para ver cuál de las dos cocina mejor, aunque Vicky no es profesional. Ella siempre ha querido tener un bar de menús y tapas, siguiendo con la tradición, pero claro, después de esto querrá abrir uno de mayor categoría", agregó.

Lo primero que empezó a emitirse fue la gala de Masterchef en el Teatro Lope de Vega de Madrid vía internet. "Se presentó por presentarse, un día que estaba aburrida, para nada lo tenía pensado. Y no se esperaba que la llamaran", aseguró Susana Pulgarín, otra de las hermanas de la protagonista de la noche.

La lucha

"Todo parece muy bonito desde fuera, pero los viajes se los ha costeado ella, los hoteles, los vuelos, todo. Es más, en el último viaje tuvo que cogerse un apartamento con cocina para poder preparar el último plato, para la gala en la que les iban a entregar la cuchara. Fue un dineral", añadió.

"Estoy muy orgullosa de ella, la tengo casi como una hermana", explicó su sobrina Debora. "Ha sido muy duro para toda la familia, estamos muy unidos, tenemos un grupo de WhatsApp y todo y claro, hemos podido hablar con ella diez minutos a la semana. Yo he hablado con ella tres veces en estos cuatro meses", comentó.

"No se lo creía"

"Vicky me confesó, el último día antes de irse al concurso, que no se lo creía, y ahora fíjate. Para ella no existe el: ¿y si sale mal?", declaró su amiga Carmen Jurado. "Es una mujer que tiene muy buen temperamento y muchísima constancia. Siempre ha sido muy vergonzosa, pero tranquila y perseverante, y tiene un don para la cocina", señaló Antonio Navas, el que fuera su profesor de taekwondo.