Bruno Bisang Polarworld. Gerhardt Braun Gallery. Carrer Sant Feliu, 10 (Palma)

En la década de los noventa se levantó un fenómeno mundial que influyó, no sólo en el mundo de la moda, sino a millones de jóvenes deseosas de venerar a mujeres perfectas, lo que antes habían representado las actrices del cine clásico de Hollywood. Una búsqueda que se transformó en una obsesión para la sociedad contemporánea; el erotismo de las cosas, el punto extremo en positivo, el prodigio del enriquecimiento precoz.

Fotógrafos como Bruno Bisang (Suiza, 1952) han desarrollado parte de su carrera en el mundo del mass media, en este sentido, podemos constatar que el arte hace décadas que no marca ningún modelo de belleza, sino que lo marca el establishment de la moda, y entre otras cosas para poder consolidar el mundo del consumo. Sólo debemos preguntarnos cual es el modelo de belleza más cotizado actualmente; si miramos las fotografías de Bisang nos damos cuenta inmediatamente, los cánones han variado poco. Aun así detengámonos en el concepto de belleza: para Leonardo Da Vinci lo más importante era vincular lo que descubría en el interior del cuerpo humano, con lo que observaba en la naturaleza.

La propuesta de Bisang está formada por fotografías de gran formato junto con una serie de polaroids, pálidas, debido a la pátina del tiempo, que ofrecen un sentido estético al espectador que merece ser enmarcado. El formato polaroid, por su naturaleza original, requiere de una contemplación más cercana, y posee un fetichismo que convierten esos 60-90 segundos de espera para ver el resultado, en una experiencia de creación icónica. Esta inmediatez de la imagen ahora se ha sustituido por las cámaras digitales y los dispositivos móviles, pero las polaroids de prueba, siguen teniendo la misma magia en las que Helmut Newton anotaba en sus bordes, y que fueron motivo de una exposición en Berlín hace un par de años, en la sede de su fundación.

Propuestas como esta de Bruno Bisang siempre gustan y la permanencia de la fugacidad en miradas imposibles, explora memorias que constatan un tiempo, que queramos o no, ha transcurrido.