Tras la experiencia piloto con los centros de recursos de artistas que el Ayuntamiento de Palma puso en marcha el año pasado, ha llegado el momento de enmendar errores, desajustes y mejorar los servicios que hasta ahora han estado ofreciendo Ses Voltes y el Centre Tecnològic del Solleric.

Tal y como ha podido saber este diario, en esta ocasión los puntos del nuevo contrato (la concesión a los anteriores gestores ya caducó), que serán publicados en tanto estén listos los informes jurídicos y de intervención, han sido consensuados y discutidos con los presidentes tanto de la Associació de Gestors Culturals de Balears como de la Associació de Artistes Visuals. Así, se han añadido algunos aspectos a propuesta suya. Por ejemplo, entre los nuevos puntos recogidos, se ha estimado la necesidad de extender la duración del contrato para asegurar una continuidad del proyecto. Por una parte, se firmará por dos años, prorrogable a uno más, hasta a un cuarto. "Así, si hay un cambio político, se da la opción de que ambas partes puedan decidir la continuidad del mismo sin ataduras contractuales", comentan desde Cort.

Asimismo, se concursará un solo contrato (antes eran dos) para atender todos los ámbitos de creación, formación, producción e intercambio de artistas. El proyecto que gane el concurso podrá optar entre mantener los dos espacios que hay preparados (Ses Voltes y el Solleric) o trasladar todas las actividades a Ses Voltes. Será el adjudicatario quien elegirá libremente.

La transparencia, uno de los aspectos -en concreto su ausencia- criticados por parte del sector y las asociaciones de gestores y artistas durante estos meses de funcionamiento de los centros, es un capítulo recogido en las bases. Por ello, se exigirá a la persona o personas que obtengan el contrato que mantengan las buenas prácticas profesionales. Se les pedirá, en cuanto a la selección de artistas para la utilización de espacios, realización de proyectos o intercambios, que se publiquen en sus propias convocatorias los criterios, baremos o el tribunal que se encargará de escogerlos entre las solicitudes recibidas.

Otra novedad asoma en los pliegos. Se solicitará a los adjudicatarios que pongan especial atención a las necesidades de los artistas en residencia y a las propuestas de la comunidad artística y profesional local.

De momento, no se conoce si el gestor o gestores del Centro de Arte y Creación tendrán suficiente autonomía para poder firmar convenios con otras instituciones que puedan facilitar recursos a los artistas o con los mecenas que estén interesados en los proyectos. Uno de los problemas señalados por los hermanos Shakouri, los anteriores gestores del espacio, fue la burocracia y la falta de potestad para tomar decisiones sobre el gasto. Un hecho que provocó, tal y como explicaron el pasado noviembre, la paralización de algunas iniciativas.