­­Encarna el mismo papel de Russell Crowe en la versión cinematográfica. Es Javert, el representante de la ley que persigue sin descanso al rehabilitado Jean Valjean, condenado inicialmente por robar un trozo de pan. Este actor catalán ha pasado por otros musicales como Grease, Amants y Spamalot, antes de ser el Judas de Jesucristo Superstar y el príncipe encantado de La Bella y la Bestia. Además ha publicado el texto teatral El plan (Bartleby) y el álbum A media distancia con su banda de rock. En Los Miserables nos visitará del 7 al 16 de marzo en el Auditórium de Palma

„Las barricadas de París en Los Miserables, ¿le recuerdan a las protestas contra los recortes?

„El mundo está cambiando. Tenemos unas instituciones caducas, anteriores a la revolución tecnológica, y los jóvenes tendrán que crear una democracia más participativa. En cierta manera sí estamos viviendo una revolución. Hay barricadas hoy en día, en las que están los que defienden el Estado de Derecho.

„Su Javert defiende lo legal. Aunque sea injusto.

„Ésa es la clave. No es el malo de la historia. Es un personaje con principios tan rígidos que no puede ser flexible. Y la ley tiene que serlo, no es un código inamovible, está hecha por personas para las personas. También es verdad que, si todos los servidores públicos fuesen como Javert, con un código tan estricto, no habría corrupción.

„En realidad, es más "miserable" él que Valjean. Más desgraciado.

„Mucho más. Los otros personajes conocen el amor, él desconoce el significado de esta palabra, se rige únicamente por la ley.

„¿Cuáles son las dificultades de su personaje, artísticas o técnicas?

„Técnicamente, tener que hacer tantas funciones. Tienes que estar muy concentrado. Es un trabajo de largo recorrido. El mío es un personaje en constante catarsis, en continua lucha con el mundo cambiante que le envuelve.

„La subida del IVA ha perjudicado de modo importante a las artes escénicas.

„Ha perjudicado a todo el mundo: empresarios, actores€ Espero que con el tiempo se imponga el sentido común y este Gobierno, u otro, sea más selectivo. Este Gobierno no ha sido demasiado receptivo, pero con la situación que estamos viviendo los ciudadanos no se le puede pedir que sea sensible a la industria cultural. Considera que la cultura es fundamentalmente una industria de ocio y le interesa mantener este concepto de la cultura, no le interesan unos ciudadanos con un sentido crítico de la vida.