Ayer no fue un día cualquiera en los pasillos de Son Espases. Durante media hora, una parte de la Orquestra Simfònica inundó el módulo K de la planta cero con notas de color. Mozart quiso tener su momento de gloria en un ambiente alejado de la grandeza de los escenarios.

Más de 200 curiosos entre pacientes, trabajadores y visitantes atendieron estupefactos alegres melodías entonadas por instrumentos de viento y cuerda.

Las piezas musicales que se pudieron escuchar en el centro hospitalario fueron Divertimento en Fa, Holberg suite, Broma musical y Pequeña serenata nocturna. El repertorio se caracterizó por ser divertido con piezas cortas y conocidas. Además, la agrupación escenificó la broma musical de Mozart acompañada de trompas.

Una quincena de músicos hicieron las delicias de los asistentes. La orquesta de cámara -un conjunto reducido de artistas- generó mucha expectación. Una multitud de batas blancas y pacientes llenaron el pasillo más próximo a la cafetería para contemplar un evento único.

Este suceso es la primera vez que se realiza en un hospital en Mallorca. Para los músicos fue un acto muy satisfactorio. Smerald Spahiu, concertino de la orquesta, cree que es un hecho "muy agradable". "Por un momento hemos hecho olvidar al público de que se encontraba en un hospital. Ha sido una experiencia muy agradable. Esperamos que a los que estaban allí sentados les hayamos hecho sentir que estábamos haciendo algo diferente".

Por su parte, uno de los pacientes que presenció el acto cree que hay que dar vida a los centros sanitarios. "Ha sido una experiencia magnífica. La cultura es muy bonita y sirve para relajarse y qué mejor que en un hospital".

El gerente de Son Espases, Víctor Murillo, valoró el concierto. "La idea del consorcio es una buena iniciativa para el hospital y sus pacientes".

La Simfònica al servicio público

La Orquestra ha decidido dar un paso adelante y abrirse a la sociedad. La jefa de producción de la orquesta, Cristina Martínez, explicó que la iniciativa surgió "de la necesidad de acercarse a la sociedad". "La idea es que la Orquestra Simfònica sea un servicio público. Sabemos que los enfermos no pueden desplazarse e ir a conciertos. Decidimos que la música debía acercase a ellos".

La Simfònica tiene pensado llevar a cabo un gira de pequeños conciertos por colegios durante el curso escolar para acercarse a los más jóvenes para tener en activo a todos los músicos de la compañía y acercarse a la sociedad.