El abogado Javier Cremades, presidente del bufete Cremades & Calvo Sotelo que cuenta con ciento cincuenta abogados con oficinas en cinco países distintos y es uno de los cinco primeros de España, ha sido contratado por Fundatur para elaborar y articular la recepción del buque real Fortuna. Habla con DIARIO de MALLORCA de esta operación tan importante e histórica en el derecho español que supone restituir un bien de la Corona a sus propietarios primigenios, los empresarios que crearon la Fundación para la Cultura y el Turismo para las Islas Baleares.

-¿Cómo ha conseguido su bufete de abogados hacerse con una operación tan importante y novedosa, como es vender ni más ni menos que el ´Fortuna´, una insignia real, un barco mítico?

- En la vida de un abogado suceden operaciones que suponen casi siempre un aprendizaje. Ésta en concreto puede ocurrir porque estamos en un despacho con tamaño suficiente y con presencia en Balears y en Madrid, y con un equipo de profesionales amplio que puede cubrir aspectos fiscales, tributarios, administrativos , mercantiles, etc., necesarios para una operación tan compleja. Es cierto que es un encargo con unos componentes únicos que lo hacen especialmente interesante y jurídicamente resulta también un reto. Es evidente que nuestros clientes han querido poner este asunto en manos de una firma multidisciplinar y con prestigio y solvencia.

- ¿Cuáles son estos componentes que lo hacen, a su entender , tan interesante?

- Lo tiene todo porque es una operación de derecho civil que tiene componentes fiscales, pero también tiene un componente público, de influencia en la opinión pública, una operación que interesa en la sociedad. Así que no basta con hacerlo sólo bien jurídicamente sino que también hay que saber explicarlo, saber transmitir el sentido de los detalles jurídicos de la operación. Afecta también al turismo en sí, a una industria de Balears que es un referente a nivel mundial. También el propio cliente, la fundación que nos ha encargado el asunto, está creada por empresarios líderes de la industria turística internacional. Es muy interesante, uno de los encargos más bonitos que uno pueda recibir.

- Que además afecta a la jefatura del Estado y a uno de sus símbolos, el yate ´Fortuna´.

- Sí, todo lo que afecta a la monarquía de España y a la industria turística es un reto que salga bien. Estoy convencido de que en Balears se valora mucho el hecho de que este barco con su Rey haya navegado por sus aguas tanto tiempo. Ya quisieran otras comunidades autónomas que el Rey alternase sus vacaciones en sitios distintos. Lo hemos visto en la historia, pero hoy también la familia real atrae. Tiene una capacidad de proyección de cualquier territorio, de cualquier persona con la que se relaciona. Ha sido un activo estupendo para la industria turística balear.

- ¿Fue una buena idea regalar el ´Fortuna´ al Rey?

- Fue una donación, pero también una inversión en el sentido comercial. Estoy haciendo esta entrevista desde Málaga, ya quisiéramos tener al Rey y a su familia navegando por nuestras costas durante unos días al año porque genera riqueza. Es lo que genera turismo de calidad, que es el que se fija en donde la familia real pasa sus vacaciones.

- ¿Quizás por eso era importante que la familia real siguiera navegando a bordo de un yate a pesar de la crisis, y esto ya no va a suceder? Aquí vendemos imagen, a pesar de la crisis económica.

- Por esto se está haciendo la operación. La cesión fue una donación modal condicionada al uso de la familia real. Una donación al Estado condicionada a ese uso y cuando el Rey ha decidido que era el momento de dejar de utilizarlo, algo que por las circunstancias se comprende, ni el Estado tiene interés en mantener su uso, porque un yate de estas características es muy costoso, ni los empresarios tampoco tienen ningún interés en que el Estado lo tenga para no ser empleado, pues hay que buscar opciones. En ello estamos.

- ¿Cuáles son los pasos que se van a dar a partir de ahora?

- En primer lugar, llevar el yate a su destino, al lugar donde va a ser atracado, que es Port Adriano. Esto sucederá en pocos días, una vez que se haga la recepción del Fortuna. Ahora estamos conversando con la Delegación de Hacienda para consolidar los criterios sobre la tributación. La realidad es que el yate fue matriculado hace doce años y que estamos hablando de un bien que, aunque es emblemático, también está terminando una etapa para la que se adquirió. Vamos, que ha envejecido y por tanto perdido valor.

- ¿No se contempla la posibilidad de que alguien, incluso por capricho, quiera hacerse a toda costa con el yate real y que esto precisamente incremente su precio de mercado?

- Estos bienes de lujo se deprecian enormemente desde el día uno de su matriculación. Sucede como con los coches, que enseguida pasan a ser de segunda mano. Además hay que tener en cuenta el desgaste de doce años de uso y que ya hay modelos más recientes, más apetecibles. Por otro lado, seguro que será un atractivo para el futuro propietario el que esta haya sido usado por la familia real española. Sucede con cualquier bien que haya sido propiedad de un famoso. Esto sí le añade valor pero, repito, ya tiene doce años, un rodaje importante.

- Algunos mallorquines tenemos la sensación de que ha navegado poco en comparación con otros ´Fortuna´, que ha sido poco utilizado para lo que pretendían los empresarios y el Govern balear cuando lo regalaron a Su Majestad.

- Yo sí creo que los fines para los que se adquirió se han cumplido con creces. Ha representado a toda una industria a través de la casa real. La marca Fortuna representa el mejor turismo a nivel mundial. En España hay una tradición histórica de los sitios reales. Allá donde ha habido Corte, donde ha habido Rey, en La Granja, El Escorial, San Sebastián, Santander, la arquitectura, la sociedad han florecido porque generalmente los monarcas han tenido muy buen gusto a la hora de elegir sitios donde vivir. Hoy la residencia de verano está en Marivent, y el buque de recreo era el Fortuna. Creo que ha sido un tiempo muy afortunado que ha llegado a su fin.

- ¿Podría suceder lo mismo con Marivent, que se desafectara y se devolviera a Balears?

- No lo creo. Es un bien inmueble que no se deprecia y lo más importante, el Rey no ha manifestado su intención de cambiar su residencia estival. En esta situación de crisis severa donde la sensibilidad pública se convierte en hipersensibilidad con estos temas ha sido muy prudente no utilizar más un yate de lujo que en estos tiempos podría ser interpretado como un signo de ostentación.

- El ´Fortuna´ era un atractivo más de la isla, quizás ahora hacía más falta que nunca verlo promocionar Mallorca y de paso el turismo en España.

- Creo que hay que agradecer a los miembros de Fundatur que tuvieran el gesto inteligente y comercial de regalar el Fortuna al Rey y el día que el Rey pueda volver a representar esta industria de lujo habría que volver a repetir esa operación de marketing tan acertada a mi entender.

- Se ha dicho que los miembros de Fundatur están molestos con el Rey. ¿Qué hay de cierto?

- No solamente no me consta, sino que lo que siempre he percibido es un profundo agradecimiento a Su Majestad. Y a todos estos años que se ha tenido de representación institucional de una industria importantísima.

- O sea, que no es una revancha de los miembros de Fundatur, por utilizar poco Marivent, por devolver el regalo que fue el ´Fortuna´, por todo lo que está pasando en torno a la casa real española en los últimos tiempos?

- La posición de Fundatur es lógica una vez el Rey toma la decisión de no utilizar más el yate. Además alivia las arcas públicas. Me consta también que el gobierno no tiene ningún interés en mantener un barco tan costoso, con una tripulación importante y con un uso que ya no va a tener lugar. Fundatur lo que está haciendo es volver a mostrar altura de miras, generosidad e inteligencia para dar continuidad a una operación que ha llegado a su etapa final. Es un ejemplo inteligente de cooperación público-privada. Ahora los nuevos propietarios tendrán la obligación de manejar correctamente ese bien que el Estado no ha podido utilizar. Ha sido una operación transparente, conforme a derecho, generosa e inteligente durante el tiempo que ha durado.

- ¿Hay cálculos del beneficio, ahorro, que puede suponer esa desafectación real?

- A cualquier economía convencional que mañana se le comunica que tiene que hacerse cargo del yate Fortuna le supondría su quiebra. Todos nos podemos hacer una idea de lo que significa mantener una tripulación de casi veinte personas. Sólo eso ya es un ahorro enorme.

- ¿Se sabe por cuánto será vendido?

- Será la siguiente fase. Se hará público, pero dependerá del mercado. Las cosas valen lo que alguien está dispuesto a pagar por ellas, no lo que creemos que valen. El mercado de los barcos de lujo es muy pequeño. Vamos a ver dónde están estos compradores.

- ¿Puede acabar convertido en museo, en atracción turística?

- Los actuales propietarios consideraran el fin que ha tenido en estos años a la hora de decidir quién es el nuevo propietario. Creo que no lo venderán a cualquiera. Seguirá siendo un símbolo de España ligado siempre a la figura del Rey.

- Sería hasta desagradable verlo en manos de según quién.

- Claro, por eso se hará todo con mucha cabeza. Hasta para los propios donantes será importante la identidad de próximo propietario. Será un condicionante a la hora de venderlo. No lo duden.

- ¿Esta operación se gestionará desde su despacho en Palma?

- Tenemos el encargo de estudiar cómo se ha de realizar la operación. Ya veremos los siguientes pasos cómo se hacen y quién los hace. Como presidente del buefete le digo que es una tarea que asumimos como un plus especial de responsabilidad, añadido a la importancia que tiene cualquier encargo, por la relevancia que tienen no sólo en la sociedad mallorquina, también en la española.

- Creará controversia todo lo que suceda a partir de ahora.

- Hay que estar agradecidos por estos años. Es importante. Agradecidos a los empresarios que lo donaron y dar gracias al ­­­. Ahora se va a ver lo que ha supuesto. El fundador de Harvard decía "si crees que la educación es cara prueba con la ignorancia". Si no valoramos lo que significa tener al Rey paseando en un yate de lujo probemos lo que significa no tenerlo. Es un gesto más. Una monarquía parlamentaria da mucho juego institucional a nivel político, pero también a nivel social e incluso económico. El Rey es nuestro primer embajador para todo, también para promocionar nuestra industria. He oído comentarios de todo tipo y mi impresión es que como españoles estamos tirando piedras contra nuestro propio tejado. Tenemos que potenciar nuestras fortalezas, y la monarquía, transparente, puede serlo.

- ¿Para el Rey habrá sido difícil desprenderse de su barco?

- Lo interpreto como un gesto de solidaridad con la sociedad española. Él está renunciando no sólo a su barco, lo hace también a un bien que repercutía directamente en la economía española, que era imagen de la marca España. Es muy duro lo que está pasando en nuestro país, es como en las familias buenas, que cuando vienen mal dadas deben desprenderse de sus objetos de valor más preciados para seguir adelante.