Las mejores experiencias en la vida suelen ser gratis, y los mejores placeres son casi siempre los más sencillos: una cala perdida y solitaria, un rincón de la ciudad hallado al azar, una buena historia, un beso y, por supuesto, una puesta de sol. Los atardeceres son espectáculos naturales en sí mismos y la oferta complementaria que presentan ha ido ampliándose últimamente con cenas, cócteles, pasando por sesiones de djs, conciertos o brindis con champán. DIARIO de MALLORCA desgrana los puntos fuertes de algunas de las puestas de sol más solicitadas de Mallorca y de aquellas atalayas privilegiadas que se abren de par en par a un sol que muda en una bola roja que se hunde con lentitud en el mar. Una estampa que hay que contemplar en esta época del año. Un ritual que se repite cada día con una belleza diferente.

El Mirador de Na Foradada (Valldemossa-Deià)

La convocatoria oficial para asomarse desde esta balconada natural a la costa norte de la isla -desde allí se divisa Sa Dragonera- tiene lugar todos los domingos. Cualquier día es bueno para fotografiar el atardecer desde este acantilado, pero si prefiere hacerlo acompañado y con música, lo ideal es acercarse durante las últimas horas de la jornada dominical. Ésta es la tercera temporada consecutiva que los instantes previos al crepúsculo -desde las 18.30 horas- se amenizan con sesiones de música, cócteles de fruta e incluso con una decoración especial. El locutor de radio y promotor cultural Tito Fuster es el encargado de pinchar (lo hace bajo el nombre de La Fábrika del Funk) y de dinamizar estas puestas de sol que suceden en la carretera de Valldemossa a Deià (kilómetro 65,5). "El espacio se decora con cojines y se colocan trozos de tronco de palmera a modo de mesas. El ambiente que se crea es muy especial", detalla. La música que lleva en la maleta: funky, jazz-funk, soul, reggae, brazilian beach. Electrónica muy suave. "La mezcolanza de gente diversa", a decir de Fuster, es una de las características de este encuentro semanal que más que una fiesta es un espacio relajante pero a la vez estimulante. Acaso la mejor manera de terminar la semana.

S´Embat (Ses Covetes)

Es otro clásico de la isla. Cuando cae el sol, después de disfrutar de un día de playa por la zona, siempre está la opción de refrescarse un poco en el chiringuito a la entrada de Ses Covetes, que además de ofrecer carta de comidas y cócteles, uno de sus fuertes es la programación al aire libre de conciertos y espectáculos en directo de miércoles a domingo. Este verano están pasando por su escenario bandas como Big YouYou, Monkey Doo, La Vereda o La Gran Orquesta Republicana. También se puede disfrutar de los números del Circo S´Embat. A tener en cuenta: este bar no responde a los cánones que definen el típico establecimiento de playa. Su ambientación y concepto son de espíritu hippy. El establecimiento está situado en medio de un pinar inmenso que genera un microclima fresco. Por la tarde, siempre se instala un puesto de ropa y complementos.

Cabrera

La empresa Excursions a Cabrera ha ampliado su oferta de salidas a la pequeña isla del archipiélago ofreciendo cada sábado puestas de sol en el Parque Nacional, un baño en Sa Cova Blava y una copa de cava y dulces por 30 euros. La nueva oferta arrancó el pasado 20 de julio con un lleno total. El éxito concitado en la primera convocatoria ha comportado que la oferta se amplíe a los viernes. La hora de partida -desde la Colònia de Sant Jordi- marcará siempre las 18 horas. "En 35 minutos se desembarca en la isla, se hace una visita cultural por el castillo y el museo, y luego se ofrece un baño en Sa Cova Blava así como una copa de cava mientras se contempla el atardecer", relata Gori Vicens. La excursión se remata con un último baño, en el viaje de retorno, en Es Carbó. Para reservar, hay que llamar al 971 64 90 34. El público que opta por estas excursiones es mayoritariamente local, aunque siempre se apunta algún turista.

Mahres Sea Club (Maioris, Llucmajor)

A su favor: está cerca de Palma y el chill-out está abierto de junio a septiembre desde las 20 a las 24 horas. También organizan diversas actividades. El año pasado tuvo lugar un ciclo de cine al aire libre que programó buenos títulos todos los martes de agosto y septiembre. La vista es espectacular y la decoración mediterránea y minimalista.

Hostatgeria del Castell d´Alaró

No tiene nada que ver con los sofisticados beach clubs cercanos a la costa. En la hospedería del Castell d´Alaró no hay camas libanesas, ni finger food ni chill out. Todo está muy cuidado, pero prima el envoltorio autóctono. Los sopars a la fresca a 800 metros de altura que ofrecen son un plan alternativo para desconectar de la ciudad y darse un buen paseo cuando el sol se esconde. Después de la cena, si la pereza impide descender la montaña, siempre está la opción de quedarse a dormir en la hospedería. Es importante reservar antes en el 971 182 112. El entorno es único y la cocina casera del establecimiento está elaborada con productos locales. De momento se han anunciado sólo las cenas, pero la idea es ampliarlas con teatro o música.

Il Chiringo (Palmanova)

A fecha de hoy, sus fiestas playeras son de rompe y rasga. Este chiringuito en la playa de Palmanova es de los más demandados por los djs locales con más peso, los artistas autóctonos más interesantes y las promotoras que mueven más juventud. Curiosidad: hay buen picoteo italiano. En la zona de Calvià, también son imperdibles los crepúsculos de la Costa de la Calma. Algo más relajados que en Il Chiringo.