Las típicas senalletes mallorquinas siempre han sido un reclamo en verano, pero este año se han puesto más de moda que nunca. Modernizadas con frescos colores, alegres dibujos o broches floreados divierten y cautivan a las amantes de los complementos porque cada cesta es única y personalizada. "Hay un boom. Lo llamativo es que no es la típica cesta de antaño y cada una es exclusiva", remarca Marga Mayans, que regenta la tienda Amart junto a Juanra Martínez.

Hace pocas semanas que han decorado su escaparate con estas vistosas cestas pero la pasión por esta moda ha quedado patente en un plis plas ya que los encargos no dejan de crecer. Mayans detalla que los dibujos en forma de estrella o mostacho triunfan entre las compradoras. Otra de las grandes demandas en su tienda son las creaciones de Marielitas diseñadas por Mariela Qart. Estas piezas consisten en las típicas payesas mallorquinas pintadas a mano sobre una tela de saco y engalanadas con coloridos bordados. Asimismo, añade también que los broches de tela en forma de flor también se venden muy bien porque se pueden cambiar. "Si una ya tiene una senalleta antigua, solo tiene que comprar el complemento y ya luce una cesta personalizada", argumenta. Los colores por antonomasia de estos meses veraniegos son los rosas, el turquesa, el coral y, por supuesto, los tonos flúor.

En el piso superior de la tienda tienen su "taller". Así, Martínez explica que ellos se encargan de pintar y plasmar los dibujos en los capazos. Utilizan pintura acrílica mientras que para las ilustraciones emplean una plantilla. "Los clientes tienen la opción de elegir el diseño y el color, además también se puede personalizar aún más con su nombre", concreta Mayans. "Poder personalizar tu cesta supone un valor añadido, por esto, damos esta opción", añade.

De hobby a trabajo

Con un poco de maña, cada uno puede decorar su propio capazo pero son muchas las personas que, debido a la crisis económica, se han visto obligadas a volver a lo de antaño y han encontrado una salida en las manualidades artesanas. Lo que durante mucho tiempo era un hobby, ahora se ha convertido en una manera de ganarse la vida. Es el caso de Mariela Qart: "Hace muchos años que me gustan las manualidades pero como el negocio familiar no iba demasiado bien, en enero decidí abrirme a otros campos y encontré la salida en la artesanía". Su especialidad son las senalletes con payesas dibujadas. "Soy la única que se ha decantado por esta línea. Empecé pintado flamencas pero este año me he visto en la necesidad de abrirme hacia otros campos", señala. "Estoy muy contenta con la respuesta. Hay personas que quieren su payesa personalizada y me traen una fotografía de su propio traje de ball de bot para que lo plasme en la ilustración", añade. Qart considera que el boom por las cestas personalizadas encuentra su explicación en la propia crisis ya que mucha gente que ha perdido su trabajo ha encontrado en la artesanía una salida. "Se han abierto muchas tiendas y talleres de manualidades", afirma.

Maripaz y Marisol González son dos hermanas que también han encontrado en las cestas personalizadas una fuente de ingresos. Sus diseños son conocidos bajo la marca Kukymony y sobre todo se centran en los capazos decorados con fieltro. Su pasión por las manualidades empezó este invierno. Como pasatiempo comenzaron a diseñar llaveros, anillos, colgantes, pulseras... Las cestas llegaron hace dos meses por casualidad. Personalizaron su propia senalleta para ir a la piscina en verano. Al ver los diseños, sus amigas les pidieron una y así arrancó el boca a boca. Ahora sus diseños ya se pueden encontrar en dos tiendas de Palma. Los colores más demandados son el azul, el fucsia y el verde.

Elaborando una senalleta para cada una empezaron Luisa Torrente y Marta Coll, luego vino otra para regalar, otra para una amiga y así hasta crear www.cestasalacarta.com. Se puede elegir el color, el dibujo y el mensaje a lucir, quizá el pedido más "raro" ha sido decorar una cesta con una "frase muy personal" que no pueden revelar. I´m single, enjoy your life, I love you o thanks son algunos de los escritos que plasman en sus cestas. Corazones, estrellas, números, lunas, lagartos, caracoles, patos o motocicletas son las ilustraciones que más predominan en sus diseños, unos diseños que aportan el "toque fresco y veraniego que quizás les faltaba" a las típicas senalletes mallorquinas.