Cuando la artista Elnaz Javani, nacida en Tabriz (Irán), llegó a Mallorca, hace unos cinco meses, decidió que su siguiente obra se centraría en sus paisanos víctimas de la trata de personas, para que semejante sufrimiento no caiga en el olvido. El fruto de un intensivo trabajo, de casi dos meses de entrega, verá hoy la luz, a las 22.00 horas, con la inauguración de la instalación artística Dealing with people (Tratar con personas), que se ubicará en un espacio de acceso restringido, en la bahía de Palma, a los pies de la Catedral.

Una obra que supone una inmersión en la agonía de las víctimas de estos traficantes de personas, en cuya historia la autora ha logrado empaparse por completo, pretendiendo, de esta manera, que el espectador comparta sus miedos e inseguridades.

Una vez en Palma -ciudad que, como afirma la propia artista, es "muy histórica" y con un importante pasado a sus espaldas-, Javani comenzó a buscar algún tema que le inspirara para el proyecto que tenía entre manos.

Apenas una semana fue suficiente. La emisión de un reportaje sobre la ´Operación Sofía´ captó todo su interés. Pero a pesar de que trató de obtener toda la información posible, no logró muchos resultados.

"Tenía tiempo limitado para hacer mi trabajo, y había mucho por delante", narra la artista. Para su proyecto necesitaba más información que la pública: casos, nombres, rostros€ Y como asegura Javani, aunque los medios no hablen de un tema a diario, "si tienes verdadero interés en encontrar información, existen otras formas de conseguirla".

Fue entonces cuando, con la ayuda de Eva Shakouri -una de los responsables de Ses Voltes-, Javani se desplazó hasta Madrid para pedir ayuda a la Guardia Civil, que se había encargado de investigar el caso a fondo. "Al principio estaba asustada, porque los policías imponen bastante, pero resultaron ser muy simpáticos y amigables", cuenta con una sonrisa.

Una vez finalizada, la obra de Javani se centra en distintos aspectos del caso, quedando dividida en varios subtemas: por un lado, la problemática de la nacionalidad. El reflejo de la sensación de indefensión al verse desprovisto de toda identificación, en un país ajeno, cuyo idioma es incomprensible. Por otro, el terror de vivir escondido junto a quince desconocidos, en una habitación minúscula de la que ninguno escapa por miedo a ser deportado a su país de origen.

Por último, la angustia de compartir ese espacio a oscuras, sin saber qué sucede al otro lado de las paredes; creyendo que cualquier sonido de pasos que consigue colarse bajo la puerta pertenece a tu perseguidor.

"Una de las cosas que más me llamó la atención -explica Javani- es que en una situación tan extrema, la Policía tratara de tener tanto cuidado con los niños, para que en ningún momento se asustaran".

En cuanto al fin último de su obra, la protagonista aclara que nunca quiso centrarse en una nacionalidad determinada. A lo que añade que en todo momento huyó del dramatismo superficial.

Debido a su calidad, este proyecto artístico ha generado gran interés en instituciones como la Universidad de Chicago, y otras de Europa, Oriente Próximo y Asia, donde próximamente será presentada.

A la inauguración acudirá hoy, entre otros, Fernando Gilet, teniente de alcalde de Cultura.