Tres millones de euros, no hay más. Ésa es la cifra con la que en estos momentos debería contar sobre la mesa la Orquesta Simfònica de Balears, Ciutat de Palma, para continuar con su funcionamiento,-que no garantizar su viabilidad para el resto del año- cuyos ingresos provienen del Consorci Per la Música formado por las tres principales instituciones de la isla -40% del Govern, otro 40% del Ayuntamiento y el 20% del Consell-. Un montante que es el resultado de sumar las partidas -reducidas el año pasado en el caso del Consell y Ayuntamiento en más de un 30%- que para 2013 se desgranan en 2.400.000 euros por parte del Ejecutivo, más la de Cort (400.000 euros) y la del Consell (250.000 euros). Redondeando las cifras serían unos tres millones de euros, de los cuales esta última institución adeuda su aportación de 2013 más 270.000 euros de 2012. En total, 520.000 euros.

Éste es el argumento aportado desde la gerencia del Consorcio para explicar por qué los músicos llevan desde mayo sin cobrar sus nóminas y, hasta el día de hoy, sin recibir la paga extra de verano. Una situación que ha pasado, a juicio de los músicos, de ser un problema "puntual" a uno "crónico", que afecta a unos 70 de ellos más el personal administrativo y la propia gerencia. La continua crisis de la Orquesta Simfònica de Balears, Ciutat de Palma.

"Hemos hecho una carrera de cinco años, somos unos profesionales capacitados que han pasado unas oposiciones y no estamos cerrados a ningún acuerdo, al contrario, damos todas las facilidades a la empresa para sacar el trabajo, incluso haciendo esfuerzos que signifiquen horas de ensayo fuera del horario laboral o conciertos de cámara no remunerados", explica Carlos Fortea, presidente del Comité de Empresa. Su voluntad y la de todos los implicados a la hora de solucionar este conflicto parece firme, pero están "preocupados" y los mensajes de "tranquilidad" que les piden mantener no calman la inseguridad cuando ven que "la historia se repite".

Y es que el desequilibrio de tesorería que sufre la Simfònica es el mayor de los males de la agrupación, pues la Orquesta, "en condiciones normales y con una buena programación" debería contar con un presupuesto que rondase los 5 millones de euros, "y lo que se propone desde el Consorcio estaría alrededor de los 4.800.000", explica su gerente, Marcelino Minaya. Una diferencia de más de un millón y medio de euros (1.750.000) pendientes para garantizar la viabilidad de una empresa cuyo peso más significativo "es el del personal", matiza.

Por el momento, la Orquesta está a la espera del desbloqueo de las partidas del Govern, que pagarán "una vez más" las nóminas de sus trabajadores.

Soluciones

Entretanto, los músicos se vuelven a poner en marcha para buscar soluciones. Afirman que, desde antes del cambio de conseller, se formuló "un principio de acuerdo" con las administraciones por el cual los profesionales se comprometían a bajarse el sueldo un 7 por ciento. "Lo que no entendemos es que, si existe este primer paso y encima se ha comprobado que es una vía eficaz, por qué se ha quedado en el aire", se preguntan. "Somos el único personal público en Balears que ha pedido una bajada de sueldo para cuadrar el presupuesto".

Al respecto, Minaya asegura que se está "trabajando" sobre este acuerdo y sobre el eterno Plan de Viabilidad que permitiría reducir costes a la Simfònica. "Que hay propuestas y proyectos sobre la mesa sí, pero quien marca adónde llegamos es el dinero". La reunión del próximo viernes con los técnicos de las tres instituciones arrojará un poco más de luz sobre su futuro. Otro de los aspectos clave que serían necesarios para reducir los márgenes de desequilibrio sería la reforma del convenio vigente, "denunciado desde 2009" y cuyos puntos encarecen mucho el capítulo 1. "Evidentemente, de esos 3 millones de euros, hay una diferencia de entre lo que se necesita y lo que hay. Habrá que negociar todas esas circunstancias, al margen de los salarios o las jubilaciones", agrega Minaya.

Entretanto, en los próximos días se publicará el Festival de Música de Bellver. Para conocer qué se va a programar en la próxima temporada de la Simfònica, habrá que esperar a que se conozca con qué liquidez cuenta el Consorcio, pues no se puede "diseñar un programa sin analizar muy bien las circunstancias y estudiar los costes con respecto a las posibilidades".